El sonido de la estridente música aturde. nuestros sentidos. El alcohol en la sangre nos llena de energía y hace que nos sintamos desinhibidos.
Las risas y los cantos a viva voz inundan la sala. La alegría es general, la fiesta está en pleno apogeo.
En medio de la pista de baile, aún incrédulo por mi tamaña suerte, gozo de la dicha de al fin tomar tus manos.
Con firmeza y delicadeza te tomo de la cintura, y lentamente, al ritmo de unas melodías conocidas, empezamos a deslizarnos suavemente entre el gentío.
Una sonrisa enorme ilumina mi rostro, mi piel está completamente erizada, y en mi interior una sensación indescriptible atormenta a mis sentidos.
Las rodillas están inseguras, aunque el paso sigue firme. Aspiro profundamente, me armo de valor y miro tu rostro.
Dios mío! Que hermosa eres. Mas hermosa aún por tu mirada traviesa y esa incomparable preciosa sonrisa tuya.
Por poco pierdo la cordura. Noto que no solamente ríes, sino que también me estás sonriendo.
Mis pies no siguen ritmo alguno, hace buen rato se mueven por sí solos. Mis manos tiemblan suavemente. Mi corazón late a un ritmo frenetico. El alma quiere salirse por la boca.
Intento decir algo, pero no logro enlazar las ideas con las palabras. Digo cualquier tontería, te ríes por eso.
Siento que mi rostro se enciende por la vergüenza, lo que te causa más gracia aún. Peor para mi ya que empiezo a sentir un sudor frío en la frente y en las manos.
No quiero que se acabe nunca. Y me parece que ya lo has notado.
Sólo me dejo llevar por la música. Ya se que no debo hablar, sólo sentir y disfrutar de cada segundo invaluable.
Aspiro profundamente para impregnar de tu aroma mi memoria. Grabo mentalmente tú rostro, tu risa, tus gestos. Mis manos te toman con más firmeza. No quiero dejarte ir nunca. Por estos segundos eternos me perteneces, y no quiero nunca perderte.
En medio del gentío y la bulla, sin importar el entorno ni los amigos, mi corazón late de una manera distinta.
Mientras bailamos una pequeña pista, he confirmado que estoy atrapado, que te amo y que siempre te había buscado. Te encontré, y ahora ni nunca dejaré de amarte.
sábado, 21 de febrero de 2015
Bailando
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