Siempre hay un momento para
La ternura, los abrazos y caricias
No fuimos la excepción
Al momento de decirnos adiós
Nos abrazamos tanto y tanto
Que hasta ahora siento tus manos
Que se aprietan en mi espalda
Siento tu rostro en mi pecho
Y tus cabellos en mi rostro
Siento tus latidos al lado de los míos
Siento tu respiración y tus palabras
Es como si siguieras acá
Cómo si no te hubieras ido
Lloramos mucho
Lloramos tanto que se secaron las lágrimas
Se secó el alma de tanto lamento
Se vaciaron nuestros pechos
En un océano de tristeza
Dejamos que fluyera, no estuvimos
El torrente de tristeza que
Brotaba desde nuestros corazones
Al final ya no hubieron lágrimas
Sonreiamos, nos dijimos hasta luego
Con la esperanza de volvernos a ver
Con la esperanza de que el universo
La vida, el espacio y el tiempo
Confabulen de nuevo y vuelvan
A cruzar nuestros caminos...
Hoy solo me queda recordar ese momento
Doloroso, es cierto, pero mágico
Lleno de amor, dolor, pasión
Y otros inexplicables sentimientos
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