Con esa tranquilidad taciturna
Y esas notas lentas que invitan
Al sueño placentero, ahora está furioso
Las olas son enormes, golpean con fiereza los costados del viejo velero
La lluvia es tormenta, hay rayos
Hay truenos, las luces muestran
Sombras tenebrosas que semejan
Imágenes tetricas de colosos
Que subieron del abismo
Y no solo eso
Vinieron todos los hijos de Poseidón
Nos atacan sin piedad, se llevan
Uno a uno a nuestros tripulantes
Damos feroz combate, entregamos
Cada gota de sangre con dura pelea
No nos rendiremos, no es nuestro estilo
Nuestro viejo velero sonríe
Sabe que quizá sea el último viaje
No importa
Lo que verdaderamente importa es que no hayamos desperdiciado
No un segundo de nuestro tiempo
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