sábado, 12 de marzo de 2016

Delirio....

Otra vez erré el golpe! Estuve tan cerca...
Un poco más, con un poco de suerte lo habré logrado. Me molesta no poder levantar la cabeza, y que no pueda ver bien, por esa cosa que aplicaron a mis ojos. Un resoplido más, un esfuerzo más y podré embestirlo con firmeza.

Es tan rara esta sensación en el cuello, es tan caliente el sudor que baña mi cuerpo. Me enfurece la forma como se menea frente a mí,  esa horrible y espantosa cosa. Pero ya casi la tengo, un poco de suerte más, y al fin la habré hecho mil pedazos.

La bulla en derredor me aturde, el polvo me ciega más todavía. No se que está pasando, pero es como si una mano invisible me sacara de la dirección correcta,  en el preciso instante, cuando tengo al maldito justo frente a mis ojos, a punto de darle un golpe certero.

Un último esfuerzo! Ya casi no siento nada. Pero mi corazón aún late con fuerza y sigo respirando, aunque estoy terriblemente agotado. Hay algo que llevo en la sangre,  que me obliga a lanzarme con todo mi vigor y con vehemencia hacia adelante!

Ah! Es un dolor punzante y hasta cierto punto agradable, el que viene desde el cuello, y me deja sin aliento. Me libero, siento que ya no estoy aquí, ahora floto en el aire.

Lo tenia tan cerca, ya casi lo había logrado. Pero la suerte, en esta ocasión, no me ha acompañado.

La gente aplaude de pie, hay muchos "olé"  en las tribunas, mientras me cortan las orejas y la cola, y se la entregan al matador, que sonriente saluda.

Señores, la corrida de toros, ha terminado....

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