sábado, 30 de enero de 2016

Me tengo que ir...

Cómo puedo decirte que ya no te amo? Cómo decir que el fuego que quemaba mi alma,
a fuerza de sinsabores y desencantos, sin poder evitarlo, se ha apagado?
Cómo, usando casi las mismas palabras, con las que alguna vez cantábamos nuestra dicha
y felicidad, puedo sin lastimarte en demasía, decirte que lo nuestro ha terminado?

No me mires, por favor. El fuego apagado en tu mirada, y la tristeza infinita en tu rostro,
duelen mas que mil estacas, que atraviesan inclementes mi corazón y mi alma.
No, por favor, no son necesarias mas quejas ni lamentos. Todo ha quedado atrás,
la vida continuará su marcha, y debemos tomar esto con sabiduría y mucha calma.

Es cierto. No pudimos alimentar este sentimiento, que nació sincero y puro,
pero que no pudo crecer ni nutrirse de la llama de la vida, de la pasión
y de la fuerza vital que todos llevamos adentro, al venir a este mundo.

Es hora de partir, y sobran las palabras. El firmamento contempla mudo,
La forma en que cada uno de nosotros toma su propia ruta y dirección,
Alejándonos cada vez más uno del otro, y tomando a solas nuestro mundanal rumbo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario