Continuación de mi historia inventada. Nuevamente recomiendo a aquellos cuyas mentes no sean lo suficientemente abiertas a ideas extrañas, abstenerse de proseguir.
Dicho esto, continúo mi relato, seguro que me estas observando y riendo satisfecha.
- Que quieres?
Haces esta pregunta, mientras provocativa giras hacia mí, y con una mirada insinuante y en extremo sensual haces que la sangre huya de mi rostro.
Haces esta pregunta, mientras provocativa giras hacia mí, y con una mirada insinuante y en extremo sensual haces que la sangre huya de mi rostro.
- Hablar.... Contigo.
Respondo luego de tragar saliva. Mi cuerpo se enerva ante tu presencia, sabes despertar todos los sentimientos y deseos carnales y primitivos en los seres de mi especie. Pero me resisto. Necesito hablar, únicamente deseo aclarar algunas dudas. Eso es lo que quiero pensar.
Respondo luego de tragar saliva. Mi cuerpo se enerva ante tu presencia, sabes despertar todos los sentimientos y deseos carnales y primitivos en los seres de mi especie. Pero me resisto. Necesito hablar, únicamente deseo aclarar algunas dudas. Eso es lo que quiero pensar.
Ríes divertida. Sabes muy bien que miento, que apenas puedo contener mis deseos, que me tienes esclavo en tus manos. Y sabes que es esa la razón por la cual he vuelto y te he buscado. Aunque, no fue necesario tanto esfuerzo, y te encontré con sospechosa extrema facilidad.
Decides seguir con el juego.
- Pregunta, poeta. Pon en claro tus ideas, y pregunta aquello que tu mente no quiere aceptar.
Me ruborizo. Estoy seguro que sabes mis pensamientos. Y sabes incluso más que eso. Pero por alguna razón que aún no entiendo, te complace oírme titubear y exponer en voz alta mis pensamientos.
- Qué hay de cierto en las historias antiguas que nos han contado?
Pregunto al fin, tratando de desviar la atención con una pregunta vaga.
Pregunto al fin, tratando de desviar la atención con una pregunta vaga.
Mi mira divertida. Coge su frondosa y roja cabellera, se la arregla con maestría, mientras de reojo vigila que no he perdido un segundo de mirarla. Sabe que es bella, y sabe que no puedo dejar de observarla.
- Aún te muestras enigmático, poeta. Sabes que no puedes engañarme, y aún así lo intentas. No importa, te seguiré contando lo que aquella vez iniciamos. Nomas no te arrepientas luego por lo largo del relato.
"Pasaron muchos años, milenios enteros, mientras los descendientes de mis hermanos poblaran por completo la tierra. Los caídos se juntaban y se mezclaban con todos, haciendo que su progenie sea cada vez más numerosa. Me persiguieron, tratando de que mis hermanos olviden nuestros nombres, nuestra esencia y nuestra mera existencia. Crearon historias fabulosas, con seres míticos y sobre humanos, que pasaron a ser de dominio popular, con el único propósito de olvidar los orígenes, y a nuestros padres, que tanto nos aman".
"Bajo estas circunstancias, por azar del destino, nació un pequeño, que llevaba en su ser mucho de Padre y de mi hermano, casi una perfecta armonía de sus dones y su ser. Fue tanto el poder desarrollado por el pequeño, que se hizo notorio aún desde el vientre materno. Las personas de su alrededor se dieron cuenta rápidamente de esto. Y empezaron a prepararse para algo extraordinario. No eran los hijos de nuestros hermanos, sino los caídos y su descendencia la que mayoritariamente poblaba la tierra. Ellos ante tal presencia y ante estos hechos, rápidamente tomaron el control de todos los pueblos y aldeas, ciudades y comarcas, a la búsqueda de este pequeño, aún por nacer. Hicieron una búsqueda frenética, tratando de hallar a la mujer que en su vientre llevaba a este pequeño."
- Estamos hablando del Mesías acaso? Pregunto con timidez, y con cierto aire de desgano y decepción. Esa historia me la conozco, pienso para mi mismo.
- De ninguna manera, poeta tonto. Esta historia es mucho mas antigua que la que sucedió en el tiempo del que tú llamas Mesías. Mejor pon en blanco ese cerebro curioso tuyo, y deja que termine este pequeño relato, que ha sido escondido magistralmente en mitos y leyendas a vista de todos.
Dice esto, mientras se inclina insinuante hacia mi, poniendo su rostro prácticamente en el mio, y mostrando sus atributos de una manera, que solamente ella puede hacerlo. Se divierte desatando en mi una ola de rubor y escalofrío. Sabe que no puedo contenerme, y disfruta con los intentos que hago para frenar las olas de impulso y mi deseo. Se ríe nuevamente, tomando, coqueta, su posición inicial, me guiña un ojo y prosigue:
"Me costó bastante trabajo mantenerlos a salvo. Primero que ella no creía en lo que le estaba sucediendo, y luego, el niño, al nacer, se hizo demasiado llamativo. Los escondí en el lugar mas alejado posible, prácticamente alejados de todo el mundo. Esto pude hacerlo por algunos años, hasta que el pequeño pudo caminar y hablar. Cuando eso sucedió, convenció a sus padre que debían de regresar a la gran ciudad, y así lo hicieron. Fue un gran error. "
"Para este entonces no me hacían caso, así que decidí permanecer al lado del pequeño, tomando forma humana. Me venció la soberbia y la vanidad, materializándome en la forma casi como puedes verme ahora. Y también fue un error. No pude pasar desapercibida. Reyes y soberanos, ricos y pobres, jóvenes y viejos, cayeron rendidos a mis pies, y me ofrecieron vidas y riquezas a cambio de tenerme a su lado. Decidí aprovechar esto, para posicionarme adecuadamente y poder desde mi nuevo lugar proteger al pequeño. Y no pude."
Cambia nuevamente, su mirada jovial y divertida, se hace algo sombría y nuevamente se pierde en lo infinito de la lejanía. Casi no respiro, sospecho que algo sucederá.
"El padre del pequeño los abandonó, a él y a su esposa. Vendió todas sus pertenencias, y se presentó ante mí, de rodillas, ofreciéndome todo lo que tenía, por solo una noche con él. Ante tamaña osadía fue capturado y colgado en el acto, por los guardias del palacio donde vivía. Esa era la ley, ni siquiera yo podía interferir, pues no podía develar mis poderes todavía. Fue un duro golpe, tanto para el pequeño, como para su madre. Así que decidieron que yo era la fuente de todos los males de su vida. Por esa razón decidieron empezar una cruzada para liberarse de mi presencia, contando con el apoyo de los descendientes de los caídos, quienes gustosos se prestaron para esto."
"Empezó una cruel y sangrienta guerra. Los descendientes de los caídos eran muy numerosos y poderosos, pero los hijos de mi hermano eran mas hábiles, y el haber estado peleando entre ellos en forma constante los había convertido en muy buenos guerreros. Pero aún así fue una masacre, de ambos lados. Murieron en los primeros días mas de la mitad de la población entera del planeta."
Ya su rostro está ensombrecido, no sabe o no quiere esconder su tristeza. De la hermosa adolescente no queda casi nada, es como que si hubiese envejecido mil años.
"Madre lloraba, viendo como sus hijos se masacraban entre ellos. Además viendo que estábamos enfrentados, mi Padre y mi hermano por un lado, encarnados en la forma de un pequeño, que había sido vencido por la ira y deseo de venganza, y yo, atrapada en un cuerpo humano, al cual lo había llevado a la perfección por mi vanidad y soberbia. Es nuestra esencia tal, que no podemos nosotros quitarnos la vida con nuestras propias manos, y tampoco podemos asesinar a otro ser vivo del planeta, producto de nuestra creación. Y la única manera de liberarme de mi cuerpo humano era el de morir, y no podía darme el lujo de esperar a envejecer. Así que decidí convertirme en uno de los soldados más, lo que empeoró la situación"
"Los guerreros se vieron influenciados por mi osadía, y tomaron nuevos bríos en los siguientes combates, infringiendo gran daño a los enemigos, que fueron cayendo en un número cada vez mayor. Todos me cuidaban, aunque no asesinaba a nadie por mano propia, buscaba enfrentarme a todos, con tal de liberarme, pero mis defensores prácticamente anulaban cualquier intento de los adversarios de que siquiera alguno de nuestros enemigos se acercara a mí"
Se enfurece. Un brillo de fastidio y dolor se nota en su bello rostro. Me mira, y continúa:
"Parecía que acabaríamos aniquilando a toda la población del planeta, que no habría fin a un enfrentamiento tan sangriento. Así que convencí a la gente que deberíamos atacar directamente al corazón de nuestros adversarios, dirigiendo un ataque suicida para matar al muchacho, y que con eso se acabaría todo. Y me creyeron. Yo sabía que así liberaría al espíritu de mi padre, atrapado en ese cuerpo humano, inconsciente de que realmente era mi padre y padre de todos, y una vez liberado, pondría nuevamente todo en orden, ya que madre estaba atrapada manteniendo la vida en el planeta. También tenía la segunda opción, que maten a mi cuerpo humano y me liberen, para de esa forma, en mi estado etéreo, poder llevar al muchacho a otro lugar, y acabar con esta cruenta guerra sin sentido"
"Que equivocada estaba. Había olvidado que los caídos también se habían estado liberando de sus cuerpos humanos, y no me había percatado que no se habían hecho presentes para nada en los lugares de la lucha. Es cierto, habían muerto muchos, pero su número en vivos, largamente superaba a los hijos de mi hermano. Y no me había percatado de su plan."
Silencio. Está callada, tomando aire para lo que sigue. Ya no es mas la pequeña adolescente de mirada coqueta y poses lascivas. Ahora es una mujer de mirada fría, e incluso aterradora. Me mira por unos segundos y pregunta:
- Te asusto?
- Si. Contesto sin titubear. Estoy seguro que podría hacerme desaparecer con solo pestañear. Siento un sudor frío en la frente y un leve temblor en mis manos. En mi mente, todas las pesadillas de mi infancia se materializan, y me siento presente ante el ser mas maligno y malvado de la historia de la humanidad.
- Ja, ja, ja. - Ríe, con una risita burlona y cándida. - Tonto poeta, ni siquiera sabes si esto es real o producto de tu imaginación. No puedo tocar un pelo de tu cabeza, si es que de eso tienes miedo. No está en mi decidir tu vida y tu suerte. Libre albedrío, escuchaste eso? Tú y solamente tú decides tu rumbo. Y no tienes que temerme. Pero, te digo una cosa, teme a tus propios actos, que ellos te llevaran directamente y sin escalas al infierno...
Dicho esto, ríe con muchas ganas. Me contagia su risa, y me relajo. Por unos instantes olvidamos de lo que estábamos tratando. Por unos instantes nuevamente es una adolescente, que ríe con una travesura, y me siento su cómplice, y siento que algo hace en mi interior que la adore y la desee con locura.
Me mira de nuevo, ahora con coquetería. Es cierto, sabe lo que pienso, no se le escapa nada, y saca provecho de su ventaja. Inclina sutilmente su rostro, mostrando su perfecto cuello y sus magistrales hombros, se inclina hacia mi, y casi en mis narices me pregunta:
- Dime poeta, a qué le temes más: a mí, o a tus irrefrenables deseos?
Trago saliva. Quedo mudo. Cierro los ojos, y una niebla espesa invade mi mente. No me pertenezco, no se quien soy, no vivo ni muero. Aspiro profundamente antes de caer en un abismo infinito.....
- Eres mas débil de lo que creía. - Me dice con cierto aire de decepción. - En tus versiones anteriores eras mas fuerte. Veo que ahora los están fabricando con muchas fallas. Pero algo se mantiene, y es tu espíritu, y eso es lo que importa.
Seco con mis manos el sudor de mi frente, me froto la nuca con cierta vehemencia, tomo un sorbo largo de agua y vino, y, tomando valor, pregunto:
- Continuamos?
Ella me mira divertida, antes de responder con otra pregunta, mientras sonríe:
- Seguro?
Hace que me estremezca, carraspeo un poco y digo:
- Con el relato...
Ríe nuevamente, se divierte atormentando a este pobre montón de huesos y carne, a quien ella a dado por llamar poeta.
"Llevamos a cabo ese ataque final, como te lo había relatado, con lo cual quería poner fin a este cruento enfrentamiento. Llegamos hasta el lugar donde guardaban al pequeño, no sin antes perder a la gran mayoría de mis seguidores. Aunque, para ser sinceros, habíamos ido en un grupo no muy grande, sabiendo que era una misión suicida. En el momento de estar cerca a él, lo atacamos con violencia, logrando herirlo de muerte, pero su madre, al notarlo, se convirtió en una fiera, que se abalanzó sobre nosotros. Me quitó la vida, y me liberó. Alcancé a agradecerle, al mismo tiempo noté que ella también era victimada por uno de los últimos combatientes que me acompañaba. Así, viendo como el muchacho se desangraba, liberé mi esencia etérea, y al fin pude darme cuenta de lo que realmente estaba sucediendo"
"Al morir uno de los cuerpos donde se manifiesta nuestro Padre, es absorbido hacía Él todo el manto protector que hay sobre el planeta, que brinda una especie de escudo para proteger a nuestra madre. Además, este manto protector mantiene a los caídos presos de este mundo, casi sin poderes. Y lo que vi, no lo pude creer inicialmente. Los caídos lograron mantener a nuestro Padre atrapado en el cuerpo agonizante del muchacho, que servía como un acumulador de energía del manto protector del planeta. Al suceder esto los caídos tomaron mucho poder, tanto en sus formas etéreas, convirtiéndose nuevamente en ángeles, como en sus formas vivas, de carne, tomando tamaños gigantescos, con fuerza sobrenatural. La balanza rápidamente se inclinó a su favor, creando una gran matanza entre los descendientes de mi hermano, reduciéndolos a casi nada. El espíritu de los descendientes de mi hermano, regresa al vientre de nuestra Madre, no va a ningún lado, sino que nutre al gran poder de nuestra Madre, para retornar a sus descendientes".
Estoy perplejo. No había hasta ahora escuchado nada parecido. En mi mente una pregunta suena una y otra vez, y miro acongojado en dirección de mi interlocutora, casi suplicante, con una mirada lastimera y de desazón.
- Que quien eres? Un caído o descendiente de mi hermano? Ni lo uno ni lo otro. Eres un poeta, y eso basta por este momento. No te atormentes mas, no sigas torturando tus pocas neuronas con interrogantes que nunca podrás responder. O quizá si? Quien sabe, con el tiempo, puedas encontrar la respuesta a todas tus dudas.
No emito ni un solo sonido, no se que decir, ni que pensar. La miro desconcertado, y solo atino a decir:
- Entonces, continuamos?
"Los caídos tenían un ejército enorme, con el cual se dispusieron a conquistar nuestro hogar celestial. Además, los que habían quedado en la tierra, ya casi la tenían dominada por completo, habiendo prácticamente aniquilado a toda la descendencia de mis hermanos. Madre me ayudó a regresar por un instante a nuestro hogar celestial, para poner sobre aviso a los ángeles del ataque. Pude hacerlo a tiempo. Encargué a uno de los ángeles la defensa de nuestro hogar, y me dirigí nuevamente a la tierra para defender a los pocos sobrevivientes. Pude ponerlos a salvo, eran muy pocos, algunas decenas, no mas. Los caídos en la tierra estaban destruyendo todo lo que con tanto amor habíamos creado, y peor aún, mantenían esclavo a nuestro padre, atrapado en el cuerpo agonizante de un muchacho."
"Una vez puestos a buen recaudo, me dirigí a nuestro hogar celestial, para unirme a las filas de los defensores. No podía permitir que los caídos tomen el control de nuestro hogar. Eso significaría el fin de todos nosotros. Fue un enfrentamiento colosal, mis comandantes dieron la talla. Pero los caídos nos superaban en número, y por cada uno de ellos que desaparecía, también desaparecía uno de nuestros ángeles. Así las cosa, tuvimos que capturarlos, y procurar no lastimarlos. Es así que con la ayuda de mis mas valerosos comandantes pudimos capturar al jefe de los caídos, lo que produjo que los demás regresaran a la tierra, para apoderarse de ella".
"El muchacho al fin murió, y nuestro Padre se liberó. Lo embargó una gran tristeza. Entendió que había sido, sin quererlo, uno de los causantes de semejante desgracia. Trató de transformar al jefe de los caídos, pero no lo logró. Ya estaba demasiado corrompido. Entonces se unió a nuestra Madre, en un abrazo eterno, pidiéndole que deje todo, que regrese, que salvemos a los pocos que quedaron vivos y que empecemos de nuevo. Pero nuestra Madre no aceptó. No quería dejar a nada de nuestra creación a expensas de los caídos, que se habían corrompido, y había logrado dominar casi toda la tierra. Es por eso que decidió lavarse por completo de todas estas manchas, y, protegiendo con el poder de nuestro Padre a los pocos sobrevivientes de la tragedia, produjo una gran inundación que barrió todo el planeta, haciendo que los caídos pierdan sus cuerpos y se liberen sus espíritus, siendo todos capturados por los ángeles y por mi Padre".
Eso era! Ahora lo entiendo, es como una venda que te quitan de los ojos. En mi cerebro empieza a tomar forma una historia tan antigua como la humanidad misma. Me siento eufórico, creo haber descubierto la verdad absoluta..
- Tranquilo poeta, aún no termina.
Miro consternado. Aún no?, pero si se que es lo que sucederá después...
- Estas seguro?
No respondo. La poca experiencia con esto, me ha demostrado que se muy poco o casi nada de lo ocurrido. Así que, mejor me callo.
"El poder de Madre es inigualable, así que nada escapó a ello. Solo sobrevivieron en cuerpo aquellos que ella protegió. No estaba enfurecida, jamás la he visto enojada. Supongo que no puede hacerlo. Se quedó en la tierra nutriendo la vida, y rescatando al espíritu de mi hermano. Mi Padre nuevamente regresó a mantener a los sobrevivientes, e ingresó en los pequeños por nacer, en partes iguales. Puso toda su ternura y amor, quería protegerlos de futuras desgracias. Estábamos convencidos que en esta ocasión si las cosas se compondrían, que lograríamos establecer una convivencia armoniosa y tranquila. Nuevamente nos equivocamos"
"Al regresar el espíritu de nuestro Padre al interior de todos los que iban a nacer, arrastró consigo de una manera que aún no entiendo, el espíritu del jefe de los caídos, el que también se dividió entre todos. Es cierto, su poder no se compara en nada al de nuestro Padre. Pero, no olvides que cuando ocupa un cuerpo humano, Él olvida por completo su esencia, es como si estuviera dormido, dejando la mayor parte de su poder al manto protector que abraza a nuestra madre y la protege. Pero el espíritu del caído no es así. Él se manifiesta en todo su magnificencia y poder, haciendo creer a la persona que es capaz de romper barreras y de conquistar el mundo entero por la fuerza y contra la voluntad de los demás".
Ríe. Su risa es sarcástica, pero sincera.
"Estábamos como al principio. Ya no habían caídos libres en la tierra, pero si dentro del ser de todos los que iban a nacer. Y no pudimos detenerlo. Y nuevamente, dependíamos del amor y de la pasión para poder despertar los poderes de nuestro Padre en los descendientes de mis hermanos. Y no era tan fácil. Es mas sencillo despertar la ira, la violencia, los deseos de afrenta y venganza, que los sentimientos que llevan a las personas a acercarse mas al lado de Nuestro bondadoso Padre. Y nuevamente mi tarea se hizo importante. Tenía que mantener viva la descendencia de mi hermano, buscar el momento de liberar a mi Padre y capturar al caído, para devolverlo a los ángeles que custodian a sus seguidores".
"No ha sido una tarea fácil. Aún son más los que prefieren el camino de los caídos. Es a ellos a quienes torturo en sueños, para no darles paz ni tranquilidad, con la esperanza que puedan despertar en su interior a la esencia de mis hermano y de mi Padre querido. Muchas veces fracaso, pero me entretengo en esto. Es el sufrimiento de ellos una especie de néctar que hace mi existencia mas agradable. Cuando alguno de ellos al fin logra vencer al caído que lleva dentro, es un gran éxito para todos, ya que así podemos poco a poco ir atrapando a ese espíritu dañino, para en algún momento liberar a nuestra planeta de su presencia"
Estoy consternado. Osea en mi interior hay de todo, Padres, Hijos, caídos. Y además soy poeta, y no se que significa esto. No entiendo la razón por la que suceden estas cosas, y tampoco entiendo aún por qué fui escogido para esto.
- Pobre poeta. Aún no has entendido nada. No importa, algún día lo entenderás.
- Puedo hacerte una pregunta? Digo titubeando, mientras ríe con una sonora carcajada, segura ya de mis pensamientos.
- Anda, dilo. Quiero oírlo de tus propios labios.
- Por qué siendo tan bella puedes infringir tanto miedo y pavor?
Ríes, con satisfacción y contento. Me miras con ternura, coqueta como siempre, antes de despedirte:
- Son tus ojos y tu corazón los que deciden lo que quieren ver, poeta tonto. No me temas, no te haré mas daño que el que tú mismo te hagas. Eres libre como todos, de tomar tu camino y marcar tu rumbo. Adiós poeta, tu tiempo conmigo, por hoy, ha terminado. Esta Princesa tiene muchas almas, vencidas por el caído, que atormentar en sueños y en sus pequeñas e insignificantes mentes...
"Bajo estas circunstancias, por azar del destino, nació un pequeño, que llevaba en su ser mucho de Padre y de mi hermano, casi una perfecta armonía de sus dones y su ser. Fue tanto el poder desarrollado por el pequeño, que se hizo notorio aún desde el vientre materno. Las personas de su alrededor se dieron cuenta rápidamente de esto. Y empezaron a prepararse para algo extraordinario. No eran los hijos de nuestros hermanos, sino los caídos y su descendencia la que mayoritariamente poblaba la tierra. Ellos ante tal presencia y ante estos hechos, rápidamente tomaron el control de todos los pueblos y aldeas, ciudades y comarcas, a la búsqueda de este pequeño, aún por nacer. Hicieron una búsqueda frenética, tratando de hallar a la mujer que en su vientre llevaba a este pequeño."
- Estamos hablando del Mesías acaso? Pregunto con timidez, y con cierto aire de desgano y decepción. Esa historia me la conozco, pienso para mi mismo.
- De ninguna manera, poeta tonto. Esta historia es mucho mas antigua que la que sucedió en el tiempo del que tú llamas Mesías. Mejor pon en blanco ese cerebro curioso tuyo, y deja que termine este pequeño relato, que ha sido escondido magistralmente en mitos y leyendas a vista de todos.
Dice esto, mientras se inclina insinuante hacia mi, poniendo su rostro prácticamente en el mio, y mostrando sus atributos de una manera, que solamente ella puede hacerlo. Se divierte desatando en mi una ola de rubor y escalofrío. Sabe que no puedo contenerme, y disfruta con los intentos que hago para frenar las olas de impulso y mi deseo. Se ríe nuevamente, tomando, coqueta, su posición inicial, me guiña un ojo y prosigue:
"Me costó bastante trabajo mantenerlos a salvo. Primero que ella no creía en lo que le estaba sucediendo, y luego, el niño, al nacer, se hizo demasiado llamativo. Los escondí en el lugar mas alejado posible, prácticamente alejados de todo el mundo. Esto pude hacerlo por algunos años, hasta que el pequeño pudo caminar y hablar. Cuando eso sucedió, convenció a sus padre que debían de regresar a la gran ciudad, y así lo hicieron. Fue un gran error. "
"Para este entonces no me hacían caso, así que decidí permanecer al lado del pequeño, tomando forma humana. Me venció la soberbia y la vanidad, materializándome en la forma casi como puedes verme ahora. Y también fue un error. No pude pasar desapercibida. Reyes y soberanos, ricos y pobres, jóvenes y viejos, cayeron rendidos a mis pies, y me ofrecieron vidas y riquezas a cambio de tenerme a su lado. Decidí aprovechar esto, para posicionarme adecuadamente y poder desde mi nuevo lugar proteger al pequeño. Y no pude."
Cambia nuevamente, su mirada jovial y divertida, se hace algo sombría y nuevamente se pierde en lo infinito de la lejanía. Casi no respiro, sospecho que algo sucederá.
"El padre del pequeño los abandonó, a él y a su esposa. Vendió todas sus pertenencias, y se presentó ante mí, de rodillas, ofreciéndome todo lo que tenía, por solo una noche con él. Ante tamaña osadía fue capturado y colgado en el acto, por los guardias del palacio donde vivía. Esa era la ley, ni siquiera yo podía interferir, pues no podía develar mis poderes todavía. Fue un duro golpe, tanto para el pequeño, como para su madre. Así que decidieron que yo era la fuente de todos los males de su vida. Por esa razón decidieron empezar una cruzada para liberarse de mi presencia, contando con el apoyo de los descendientes de los caídos, quienes gustosos se prestaron para esto."
"Empezó una cruel y sangrienta guerra. Los descendientes de los caídos eran muy numerosos y poderosos, pero los hijos de mi hermano eran mas hábiles, y el haber estado peleando entre ellos en forma constante los había convertido en muy buenos guerreros. Pero aún así fue una masacre, de ambos lados. Murieron en los primeros días mas de la mitad de la población entera del planeta."
Ya su rostro está ensombrecido, no sabe o no quiere esconder su tristeza. De la hermosa adolescente no queda casi nada, es como que si hubiese envejecido mil años.
"Madre lloraba, viendo como sus hijos se masacraban entre ellos. Además viendo que estábamos enfrentados, mi Padre y mi hermano por un lado, encarnados en la forma de un pequeño, que había sido vencido por la ira y deseo de venganza, y yo, atrapada en un cuerpo humano, al cual lo había llevado a la perfección por mi vanidad y soberbia. Es nuestra esencia tal, que no podemos nosotros quitarnos la vida con nuestras propias manos, y tampoco podemos asesinar a otro ser vivo del planeta, producto de nuestra creación. Y la única manera de liberarme de mi cuerpo humano era el de morir, y no podía darme el lujo de esperar a envejecer. Así que decidí convertirme en uno de los soldados más, lo que empeoró la situación"
"Los guerreros se vieron influenciados por mi osadía, y tomaron nuevos bríos en los siguientes combates, infringiendo gran daño a los enemigos, que fueron cayendo en un número cada vez mayor. Todos me cuidaban, aunque no asesinaba a nadie por mano propia, buscaba enfrentarme a todos, con tal de liberarme, pero mis defensores prácticamente anulaban cualquier intento de los adversarios de que siquiera alguno de nuestros enemigos se acercara a mí"
Se enfurece. Un brillo de fastidio y dolor se nota en su bello rostro. Me mira, y continúa:
"Parecía que acabaríamos aniquilando a toda la población del planeta, que no habría fin a un enfrentamiento tan sangriento. Así que convencí a la gente que deberíamos atacar directamente al corazón de nuestros adversarios, dirigiendo un ataque suicida para matar al muchacho, y que con eso se acabaría todo. Y me creyeron. Yo sabía que así liberaría al espíritu de mi padre, atrapado en ese cuerpo humano, inconsciente de que realmente era mi padre y padre de todos, y una vez liberado, pondría nuevamente todo en orden, ya que madre estaba atrapada manteniendo la vida en el planeta. También tenía la segunda opción, que maten a mi cuerpo humano y me liberen, para de esa forma, en mi estado etéreo, poder llevar al muchacho a otro lugar, y acabar con esta cruenta guerra sin sentido"
"Que equivocada estaba. Había olvidado que los caídos también se habían estado liberando de sus cuerpos humanos, y no me había percatado que no se habían hecho presentes para nada en los lugares de la lucha. Es cierto, habían muerto muchos, pero su número en vivos, largamente superaba a los hijos de mi hermano. Y no me había percatado de su plan."
Silencio. Está callada, tomando aire para lo que sigue. Ya no es mas la pequeña adolescente de mirada coqueta y poses lascivas. Ahora es una mujer de mirada fría, e incluso aterradora. Me mira por unos segundos y pregunta:
- Te asusto?
- Si. Contesto sin titubear. Estoy seguro que podría hacerme desaparecer con solo pestañear. Siento un sudor frío en la frente y un leve temblor en mis manos. En mi mente, todas las pesadillas de mi infancia se materializan, y me siento presente ante el ser mas maligno y malvado de la historia de la humanidad.
- Ja, ja, ja. - Ríe, con una risita burlona y cándida. - Tonto poeta, ni siquiera sabes si esto es real o producto de tu imaginación. No puedo tocar un pelo de tu cabeza, si es que de eso tienes miedo. No está en mi decidir tu vida y tu suerte. Libre albedrío, escuchaste eso? Tú y solamente tú decides tu rumbo. Y no tienes que temerme. Pero, te digo una cosa, teme a tus propios actos, que ellos te llevaran directamente y sin escalas al infierno...
Dicho esto, ríe con muchas ganas. Me contagia su risa, y me relajo. Por unos instantes olvidamos de lo que estábamos tratando. Por unos instantes nuevamente es una adolescente, que ríe con una travesura, y me siento su cómplice, y siento que algo hace en mi interior que la adore y la desee con locura.
Me mira de nuevo, ahora con coquetería. Es cierto, sabe lo que pienso, no se le escapa nada, y saca provecho de su ventaja. Inclina sutilmente su rostro, mostrando su perfecto cuello y sus magistrales hombros, se inclina hacia mi, y casi en mis narices me pregunta:
- Dime poeta, a qué le temes más: a mí, o a tus irrefrenables deseos?
Trago saliva. Quedo mudo. Cierro los ojos, y una niebla espesa invade mi mente. No me pertenezco, no se quien soy, no vivo ni muero. Aspiro profundamente antes de caer en un abismo infinito.....
- Eres mas débil de lo que creía. - Me dice con cierto aire de decepción. - En tus versiones anteriores eras mas fuerte. Veo que ahora los están fabricando con muchas fallas. Pero algo se mantiene, y es tu espíritu, y eso es lo que importa.
Seco con mis manos el sudor de mi frente, me froto la nuca con cierta vehemencia, tomo un sorbo largo de agua y vino, y, tomando valor, pregunto:
- Continuamos?
Ella me mira divertida, antes de responder con otra pregunta, mientras sonríe:
- Seguro?
Hace que me estremezca, carraspeo un poco y digo:
- Con el relato...
Ríe nuevamente, se divierte atormentando a este pobre montón de huesos y carne, a quien ella a dado por llamar poeta.
"Llevamos a cabo ese ataque final, como te lo había relatado, con lo cual quería poner fin a este cruento enfrentamiento. Llegamos hasta el lugar donde guardaban al pequeño, no sin antes perder a la gran mayoría de mis seguidores. Aunque, para ser sinceros, habíamos ido en un grupo no muy grande, sabiendo que era una misión suicida. En el momento de estar cerca a él, lo atacamos con violencia, logrando herirlo de muerte, pero su madre, al notarlo, se convirtió en una fiera, que se abalanzó sobre nosotros. Me quitó la vida, y me liberó. Alcancé a agradecerle, al mismo tiempo noté que ella también era victimada por uno de los últimos combatientes que me acompañaba. Así, viendo como el muchacho se desangraba, liberé mi esencia etérea, y al fin pude darme cuenta de lo que realmente estaba sucediendo"
"Al morir uno de los cuerpos donde se manifiesta nuestro Padre, es absorbido hacía Él todo el manto protector que hay sobre el planeta, que brinda una especie de escudo para proteger a nuestra madre. Además, este manto protector mantiene a los caídos presos de este mundo, casi sin poderes. Y lo que vi, no lo pude creer inicialmente. Los caídos lograron mantener a nuestro Padre atrapado en el cuerpo agonizante del muchacho, que servía como un acumulador de energía del manto protector del planeta. Al suceder esto los caídos tomaron mucho poder, tanto en sus formas etéreas, convirtiéndose nuevamente en ángeles, como en sus formas vivas, de carne, tomando tamaños gigantescos, con fuerza sobrenatural. La balanza rápidamente se inclinó a su favor, creando una gran matanza entre los descendientes de mi hermano, reduciéndolos a casi nada. El espíritu de los descendientes de mi hermano, regresa al vientre de nuestra Madre, no va a ningún lado, sino que nutre al gran poder de nuestra Madre, para retornar a sus descendientes".
Estoy perplejo. No había hasta ahora escuchado nada parecido. En mi mente una pregunta suena una y otra vez, y miro acongojado en dirección de mi interlocutora, casi suplicante, con una mirada lastimera y de desazón.
- Que quien eres? Un caído o descendiente de mi hermano? Ni lo uno ni lo otro. Eres un poeta, y eso basta por este momento. No te atormentes mas, no sigas torturando tus pocas neuronas con interrogantes que nunca podrás responder. O quizá si? Quien sabe, con el tiempo, puedas encontrar la respuesta a todas tus dudas.
No emito ni un solo sonido, no se que decir, ni que pensar. La miro desconcertado, y solo atino a decir:
- Entonces, continuamos?
"Los caídos tenían un ejército enorme, con el cual se dispusieron a conquistar nuestro hogar celestial. Además, los que habían quedado en la tierra, ya casi la tenían dominada por completo, habiendo prácticamente aniquilado a toda la descendencia de mis hermanos. Madre me ayudó a regresar por un instante a nuestro hogar celestial, para poner sobre aviso a los ángeles del ataque. Pude hacerlo a tiempo. Encargué a uno de los ángeles la defensa de nuestro hogar, y me dirigí nuevamente a la tierra para defender a los pocos sobrevivientes. Pude ponerlos a salvo, eran muy pocos, algunas decenas, no mas. Los caídos en la tierra estaban destruyendo todo lo que con tanto amor habíamos creado, y peor aún, mantenían esclavo a nuestro padre, atrapado en el cuerpo agonizante de un muchacho."
"Una vez puestos a buen recaudo, me dirigí a nuestro hogar celestial, para unirme a las filas de los defensores. No podía permitir que los caídos tomen el control de nuestro hogar. Eso significaría el fin de todos nosotros. Fue un enfrentamiento colosal, mis comandantes dieron la talla. Pero los caídos nos superaban en número, y por cada uno de ellos que desaparecía, también desaparecía uno de nuestros ángeles. Así las cosa, tuvimos que capturarlos, y procurar no lastimarlos. Es así que con la ayuda de mis mas valerosos comandantes pudimos capturar al jefe de los caídos, lo que produjo que los demás regresaran a la tierra, para apoderarse de ella".
"El muchacho al fin murió, y nuestro Padre se liberó. Lo embargó una gran tristeza. Entendió que había sido, sin quererlo, uno de los causantes de semejante desgracia. Trató de transformar al jefe de los caídos, pero no lo logró. Ya estaba demasiado corrompido. Entonces se unió a nuestra Madre, en un abrazo eterno, pidiéndole que deje todo, que regrese, que salvemos a los pocos que quedaron vivos y que empecemos de nuevo. Pero nuestra Madre no aceptó. No quería dejar a nada de nuestra creación a expensas de los caídos, que se habían corrompido, y había logrado dominar casi toda la tierra. Es por eso que decidió lavarse por completo de todas estas manchas, y, protegiendo con el poder de nuestro Padre a los pocos sobrevivientes de la tragedia, produjo una gran inundación que barrió todo el planeta, haciendo que los caídos pierdan sus cuerpos y se liberen sus espíritus, siendo todos capturados por los ángeles y por mi Padre".
Eso era! Ahora lo entiendo, es como una venda que te quitan de los ojos. En mi cerebro empieza a tomar forma una historia tan antigua como la humanidad misma. Me siento eufórico, creo haber descubierto la verdad absoluta..
- Tranquilo poeta, aún no termina.
Miro consternado. Aún no?, pero si se que es lo que sucederá después...
- Estas seguro?
No respondo. La poca experiencia con esto, me ha demostrado que se muy poco o casi nada de lo ocurrido. Así que, mejor me callo.
"El poder de Madre es inigualable, así que nada escapó a ello. Solo sobrevivieron en cuerpo aquellos que ella protegió. No estaba enfurecida, jamás la he visto enojada. Supongo que no puede hacerlo. Se quedó en la tierra nutriendo la vida, y rescatando al espíritu de mi hermano. Mi Padre nuevamente regresó a mantener a los sobrevivientes, e ingresó en los pequeños por nacer, en partes iguales. Puso toda su ternura y amor, quería protegerlos de futuras desgracias. Estábamos convencidos que en esta ocasión si las cosas se compondrían, que lograríamos establecer una convivencia armoniosa y tranquila. Nuevamente nos equivocamos"
"Al regresar el espíritu de nuestro Padre al interior de todos los que iban a nacer, arrastró consigo de una manera que aún no entiendo, el espíritu del jefe de los caídos, el que también se dividió entre todos. Es cierto, su poder no se compara en nada al de nuestro Padre. Pero, no olvides que cuando ocupa un cuerpo humano, Él olvida por completo su esencia, es como si estuviera dormido, dejando la mayor parte de su poder al manto protector que abraza a nuestra madre y la protege. Pero el espíritu del caído no es así. Él se manifiesta en todo su magnificencia y poder, haciendo creer a la persona que es capaz de romper barreras y de conquistar el mundo entero por la fuerza y contra la voluntad de los demás".
Ríe. Su risa es sarcástica, pero sincera.
"Estábamos como al principio. Ya no habían caídos libres en la tierra, pero si dentro del ser de todos los que iban a nacer. Y no pudimos detenerlo. Y nuevamente, dependíamos del amor y de la pasión para poder despertar los poderes de nuestro Padre en los descendientes de mis hermanos. Y no era tan fácil. Es mas sencillo despertar la ira, la violencia, los deseos de afrenta y venganza, que los sentimientos que llevan a las personas a acercarse mas al lado de Nuestro bondadoso Padre. Y nuevamente mi tarea se hizo importante. Tenía que mantener viva la descendencia de mi hermano, buscar el momento de liberar a mi Padre y capturar al caído, para devolverlo a los ángeles que custodian a sus seguidores".
"No ha sido una tarea fácil. Aún son más los que prefieren el camino de los caídos. Es a ellos a quienes torturo en sueños, para no darles paz ni tranquilidad, con la esperanza que puedan despertar en su interior a la esencia de mis hermano y de mi Padre querido. Muchas veces fracaso, pero me entretengo en esto. Es el sufrimiento de ellos una especie de néctar que hace mi existencia mas agradable. Cuando alguno de ellos al fin logra vencer al caído que lleva dentro, es un gran éxito para todos, ya que así podemos poco a poco ir atrapando a ese espíritu dañino, para en algún momento liberar a nuestra planeta de su presencia"
Estoy consternado. Osea en mi interior hay de todo, Padres, Hijos, caídos. Y además soy poeta, y no se que significa esto. No entiendo la razón por la que suceden estas cosas, y tampoco entiendo aún por qué fui escogido para esto.
- Pobre poeta. Aún no has entendido nada. No importa, algún día lo entenderás.
- Puedo hacerte una pregunta? Digo titubeando, mientras ríe con una sonora carcajada, segura ya de mis pensamientos.
- Anda, dilo. Quiero oírlo de tus propios labios.
- Por qué siendo tan bella puedes infringir tanto miedo y pavor?
Ríes, con satisfacción y contento. Me miras con ternura, coqueta como siempre, antes de despedirte:
- Son tus ojos y tu corazón los que deciden lo que quieren ver, poeta tonto. No me temas, no te haré mas daño que el que tú mismo te hagas. Eres libre como todos, de tomar tu camino y marcar tu rumbo. Adiós poeta, tu tiempo conmigo, por hoy, ha terminado. Esta Princesa tiene muchas almas, vencidas por el caído, que atormentar en sueños y en sus pequeñas e insignificantes mentes...
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