miércoles, 2 de diciembre de 2015

Mi viejo...

Al despertar de algún cotidiano sueño,
En una mañana que no tendría que ser distinta
El espejo me ha devuelto una mirada atenta,
Es mi padre sonriéndome cuando era pequeño.

Mi mente viaja al cálido hogar paterno
Donde era un niño mimado y consentido
Imágenes de tranquilidad y juego eterno
De dicha y felicidad en el maternal nido.

En mis ojos aún se mantiene firme y  clara
La inmensa imagen de mi padre en la casa.
Mirada serena, rostro altivo, manos fuertes
Jamás se rinde ante nada, ni se queja de su suerte.

Aprendí más que de tus palabras, de tus actos
Me enseñaste a ser libre y soñar con volar alto.
Que tarde o temprano el esfuerzo y el empeño
Se coronan con en éxito y el logro de un gran sueño.

Me mostraste que es duro el camino y el andar fuerte,
que solamente aquellos que son perseverantes
logran cambiar su destino y mejorar su suerte
y que la alegría es tristeza un momento antes.

Y que mantener la mirada firme y la frente elevada
Es mas importante que la victoria en la batalla 
Podrás ser vencido, aplastado, derrotado, derribado
Pero nunca jamás permitirás ser humillado.

A beber del trago amargo sin mostrar enojo
Y disfrutar del néctar de la vida sin encono.
A entregar por los tuyos la vida entera
Y sonreír ante una flor de primavera.

A perseguir con tenacidad y entrega tu destino
Sin olvidar la buena compañía del camino.
A siempre leer un libro y alimentar tu alma
Que lo aprendido leyendo será tu mejor arma.

Siempre has sido, eres y serás mi héroe eterno 
A tu lado no tengo temor de marchar al averno.
Seguiré caminando por el camino marcado
Que Tú, mi padre, mi viejo, me has señalado. 




No hay comentarios.:

Publicar un comentario