lunes, 3 de marzo de 2025

Poema 842

Otra vez soñando, Doctorcito?
Sonríes mientras preguntas 
Esto que me repites varias veces al día
Hago mis labores sin dejar lugar a los errores 
Siempre fui muy bueno haciendo mis deberes
Pero siempre tienes que corregirme
Los años te han dado sabiduría 
La experiencia no se aprende en la escuela 
Ni en las universidades de prestigio 
La experiencia solo lo dan los años de vida 
Y en eso me llevas muchísima delantera 

Miro tus arrugas detrás de las gafas
Tu mirada es tierna y serena
Soy un hijo más para ti, ya pasaron muchos cómo yo por estas tierras
Y tú sigues acá, eres parte del paisaje
Eres un patrimonio del lugar
Todos te llaman "la gringa" 
Pero tú dices "soy negra, señor"
Y no se equivocan, pues eres 
Una especie extraña, rara, bella

Tienes la piel de aceituna
Tu nariz algo ancha y tus labios
Hacen eso que tú llamas "bemba"
Eres más alta que cualquiera por acá 
Y tus caderas son de una gran negra
Pero tus cabellos ensortijados 
Son de un color amarillo castaño 
Raro, pero hermoso y llamativo 
Y tus ojos son entre celestes y grises
Imposible no notar tu presencia 
A pesar de tus más de 60 años
Eres todo un momento de mujer
Que nadie puede evitar admirar

Me recibiste con una sonrisa 
Me mirabas por encima de tus gafas
Y cuando te pusiste de pie 
Tuve que levantar la mirada
Me llevas casi una cabeza
Pero te diriges a mi con obediencia 
Apenas he salido del cascarón 
Y soy tu jefe en este establecimiento 
Pero todos saben que acá siempre serás la ama y señora, la única jefa

Deje de soñar, Doctorcito 
Que la vida no está con Morfeo
La vida está sobre la tierra

Me despiertas con estas palabras 
Y me empujas a hacer algo más 
Que las obligatorias tareas
Sonrío. Tienes toda la razón 
Mi querida gringa, mi querida negra
Mi estimada y única jefa

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