Mi musa está en silencio, ya no me dicta
Aquellas letras que cantaban melodías
Me mira triste y acongojada, me dice
Para ya poeta, que esto que escribes
No es poesía
Pero, me dices poeta, y quieres que deje de escribir y deje de soñar en mis letras
Déjame navegar en ellas, déjame en libertad
Quiero seguir soñando con mi velero
Elevándose al infinito entre las estrellas
Quiero encontrar mi tormenta perfecta
Y batirme en mortal duelo con ella
Quiero en mi último aliento clamar el nombre
De la mujer más bella que haya yo visto
De aquella que se apoderó de mi vida entera
Y que se metió en mis sueños la ves primera
En que mis ojos se encontraron con los de ella
Deja ya de escribir, me dices
Qué quieres que haga mi musa eterna?
Que vaya por ella? No es posible, y lo sabes
De conquistarla no hay manera
Seguiré escribiendo estás y otras tonterías
Sin importar que nadie ya me lea
Seguiré en este vano oficio de poeta
Hasta que se me seque el cerebro o
Me olvidé por fin de ella
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