Tus manos

Blancas y delicadas, dibujadas con líneas tan precisas que parecen hechas por Miguel Angel o Leonardo

Dedos largos y delicados, parecen frágiles, pero no lo son

Cuando estás en el quirófano, operando a mi lado (dichosa mi suerte) tus manos son firmes y precisas

Son tan seguras que me siento yo el que está aprendiendo, y no tú

A veces las he tenido entre las mías, y no sabes el placer ilimitado que me ha producido este pequeño acto

Siento su tersura, su aparente fragilidad, pero también siento su ternura y su calor

Adoro tus bellas manos, quisiera besarlas, tenerlas en mi rostro, en mi pecho

Quisiera sentirlas por todo mi cuerpo!

Pero, ya lo se, es un placer negado en este momento

Y quizá sea mejor así, mientras tú seas la aprendiz y yo el dizque maestro

Acabará pronto, pues ya aprendiste de mi todo lo que hubiese podido enseñarte

Y te irás por dónde has venido, y el señor tiempo hará su trabajo

Vendrán otras manos a mi quirófano, a seguir aprendiendo

Y serán otros aprendices los que lleven las lecciones de este aprendiz de maestro

Pero, no sé si pueda olvidar tus manos, aquellas que me atraparon desde el primer momento

Aquellas a las que golpeé con una pinza por un involuntario yerro... Por qué lo hice?

Te pedí disculpas de inmediato, y no me sentía bien por mucho tiempo

Y lo hablamos, nunca jamás había hecho eso

Ahora lo entiendo, trataba de alejarte, trataba de negarte

Oh, dioses del Olimpo, por qué pusieron ante mi tanta belleza?!

Por qué tuvieron que regalarme semejante tesoro en este momento?!

Les agradezco por eso, y también los odio

Con toda mi alma, pues ya no tengo paz ni calma

Día tras día paso esperando el mágico momento en el que compartamos el quirófano

Y pueda, accidentalmente, tocar tus bellas manos por un momento eterno

Y lograr así que me veas, con eso profundos y hechiceros, abismos de tentación, únicos e incomparables, ojos negros...

Lo sé, estoy perdido, pero gracias a esto, es que nuevamente me siento completamente vivo...