Hoy te vi otra vez, y estabas radiante.
Sonreías, como la vez primera
En que se cruzaron nuestras miradas
Y a mí... ya no me importó más nada.
Te vi nuevamente, y otra vez garuaba
En la tarde fría y gris, la ciudad dormía
Pero tú sonreías, y ese brillo especial
De tus ojos iluminaba la calzada.
Sentí nuevamente esa música celestial
Que acompañaba a tud palabras
Y que aún me acuna y arrulla.
Y ese mágico perfume de tus cabellos
Se me subió nuevamente a la cabeza
Y volé, volé nuevamente al cielo.
Hoy te vi, y estabas radiante y feliz
Y tu risa alegraba esta tarde de invierno.
Y mi corazón se alegró, saltó y brincó
Como antaño, como un niño pequeño.
Me llenó de alegría y felicidad verte de nuevo
Aunque no sea yo quien ahora coja tu mano
Ni sea yo el dueño de tus suspiros y besos
Ni de tu corazón sea el dueño afortunado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario