martes, 8 de mayo de 2018

Mi Dios.

Mi Dios, como duele!
El lomo desgarrado no olvida el látigo
Las ampollas sangrantes quieren dejar atrás los guijarros
Las manos entumecidas recuerdan al hermano
Que hubieron de soltar para quedar a salvo.

Ya se acabaron las lágrimas
No hay lamentos ni quejas a los labios.
El polvoriento camino es lo que queda
Todos se han ido, menos la silenciosa tristeza...

Mi Dios, duele tanto!
Levanta esa copa, brindemos cual desquiciados
Celebrando que el mundo sigue rodando
Y ese abismo se lo tragará entero
Y solo Tú sabes cuando...

El infierno? Cierto, lo había olvidado.
Gracias por el infierno que nos has regalado!
Gracias por las mentiras, el odio, los engaños!
Gracias por todo el sufrimiento, dolor y hambre de tus hijos
Y por la insensibilidad infinita de los que lo tienen todo.
Gracias por ese niño que muere de hambre
Por las niñas violadas y que mueren en un podrido abortario
Gracias por los fanaticos que en tu nombre
Matan y torturan! Gracias por todo ese infierno que nos has regalado
Brindemos por eso, mi querido Dios!
Brindemos por ese infierno que a su destino sigue rodando!

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