Sentado en mi cueva, mastico mi rabia
Mi ira no tiene límites, pero
Hace mucho que no puedo hacer nada
A pesar de mis ilimitados recursos
Hay cosas que no pueden deshacerse
Soy Máximum Vampyrus,
Perdí la noción del espacio y el tiempo
Desde el momento aquel que hice un trato
Y entregué mi alma a los infiernos
Lo curioso es que ahora soy amo de ese lugar
Pero mi alma ya no está ahí,
Tampoco el colorado con cuernos
Sucede que se me puso sabroso
Quizo darme órdenes y se me pasó la mano
No pude controlar mi furia y lo aplasté en mis garras, hasta que no quedó nada de él
Ahora sus sirvientes y vasallos me pertenecen
He dejado a sus lugartenientes de cuidadores
Porque no estoy yo para esas tonterías
El barquero me teme, todos me temen
Incluso las sombras huyen cuando me acerco
Aún recuerdo cuando era mortal
Me enamoré de aquella que era incomparable
Nunca pensé encontrar tanta belleza
En algún lugar, nunca imaginé
Que perdería la cordura y la cabeza
Y fui correspondido, pero el universo
Los dioses de ese miserable planeta
Decidieron quitarmela, yo creo que
Esteban celosos de nuestra felicidad
Busqué todos los remedios conocidos
La llevé por todos los lugares
Pedí a todos los dioses, al universo
Y nadie me pudo ayudar (o no quisieron)
Al final, cuando ya nada podía hacerse
Imploré a los amos del infierno
Y fui escuchado, aceptaron mi sacrificio
Para darme un tiempo con ella
Pero me hicieron inmortal
Y ella me rechazó cuando se recuperó
Huyó de mi lado asustada y se perdió
No la pude encontrar, fue engullida
Por el espacio tiempo sin dejar rastro
Aún la busco, ya pasaron milenios
Pero aún tengo la esperanza que la encontraré
Mientras tanto busco víctimas
Pues necesito de su vida para alimentar mi alma inmortal, la succiono de su cuello
Prefiero las mujeres, para imaginar que es ella
Para sentir esos besos y caricias que aún me queman, que aún duelen a pesar del tiempo
Y he alimentado los infiernos de infinidad de almas, tantas que las colas para entrar son interminables, no me importa
La seguiré buscando, pero mientras tanto
La cacería sigue, que empiece el festín...
