lunes, 16 de septiembre de 2024

Poema 251

Recuerdas el tiempo cuando yo no existía? Dichosa de ti, pues en mi caso eso ha desaparecido, no tengo memoria alguna de ese espacio tiempo, no puedo imaginar ya una existencia mía sin tu presencia. Todo en mi vida ha sido dirigida a encontrarte. No lo sabía, pero te estaba buscando, y recién me di cuenta de esto el día en que te encontré al fin. Pero, no fue tan sencillo aceptarlo. Parecía que mi vida hubiese dado un vuelco completo, que todo se puso patas arriba, que algo turbó mi calma y me trajo un huracán que hasta ahora me trae sin control, sin remedio.

Ahora en mi mente solo encuentro imágenes tuyas, que flotan entre mis vagos recuerdos y algunas sombras de otras mujeres que alguna vez fueron una que otra aventura, fugaces como un parpadeo, efímeras como la bruma. Todos mis sentimientos ahora son solamente para ti, también aquellos que en algún otro momento estaban pensados en otros ojos, en otros labios, en otras manos, en otro cuerpo. Ahora todo tiene sentido, te buscaba, siempre te buscaba. Siempre fuiste tú! Vaya, no sé cómo es que no me di cuenta que me faltabas. No lo sé. No lo entiendo.

Ahora que estás a mi lado, y puedo disfrutar de tus tiernas caricias, puedo embriagarme en el perfume de tu cabello, y puedo oscilar entre el infierno y el cielo en un mágico y tierno beso, ahora me doy cuenta que nad en mi vida tendría sentido si tú no estuvieras. No pensaremos en eso, hoy estás a mi lado, hoy tomo tu mano, hoy me siento tu dueño, y, como tal, me siento un todopoderoso, amo del espacio tiempo, señor absoluto del destino, que ha obtenido el más impresionante regalo de este y todos los demás universos

domingo, 15 de septiembre de 2024

Poema 250

Qué difícil vivir sin ti! No había imaginado que existía un dolor así, nunca lo imaginé. Por Dios, como duele! Se desgarra el corazón en el pecho, despierto en la madrugada gimiendo tu nombre, mis manos quieren tocarte de nuevo, no quiero respirar si no es tu aroma, y mis ojos, no quieren abrirse más, solo buscan tu imagen, solo a ti. Cómo duele!

El espejo me devuelve una imagen de miseria, la tristeza me ha invadido por completo, la comida es horrible en todo lugar y a cualquier momento. Es esto vida? Parece una comedia vacía, vana, miserable. Camino por ella en silencio, sin ganas de nada, mirando al suelo todo el tiempo. No me importa la gente que pasa a mi lado, no me importan los sonidos, la bulla, los autos. A quién le importa mi vida? No estás tú, me haces tanta falta que no quiero más nada de esta vida, ya nada quiero, nada.

Ayer fui feliz, ayer estabas tú. Que diferente es sentirse vivo, pleno, con una sonrisa a flor de labios, con la emoción de un abrazo, la promesa de un beso, y la felicidad por tenerte. Qué diferente! Ahora no estás. Es imposible describir lo que siento por tu ausencia. Solo diré una vez más: Qué difícil es vivir sin ti!

Poema 249

Llanto, tristeza y soledad, es todo lo que me queda, nada más. Qué difícil es vivir en esos lugares donde acostumbrabas estar, por donde gracil y coqueta compartias con el universo toda tu belleza, tu aura mágica que me embriagaba por completo, esa mirada que me tenía hechizado, y esa voz melodiosa que me había embrujado. Ahora no estás, y el lugar está en silencio, vacío, sin vida, se lo lleva el viento, se lo comen las polillas, es invadido por las sombras y se hunde en el olvido, nadie lo recordará.

Llanto, tristeza y soledad, es lo que me queda en este otrora mágico lugar. Mis lágrimas se ahogan en un abismo de abandono, la tristeza de apoderó de todo en derredor mío, y la insensibilidad de la soledad me grita a todo pulmón que he perdido. Te fuiste,y no hay marcha atrás, nunca más podré tenerte de nuevo, nunca más. Por qué tuvo que ser así? Nadie ya jamás me responderá.

Llanto, tristeza y soledad. Es todo lo que me queda, no hay ganas de seguir viviendo. Solo quiero que el tiempo pase y me convierta en polvo al viento, y quizá ahí, en ese momento, mi llanto, mi tristeza y mi soledad se conviertan en olvido, y al fin podré descansar. Pero, mientras eso no suceda, serán el llanto, la tristeza y la soledad mis únicas compañeras, con ellas de la mano he de caminar.

Poema 248

Las mejores cosas de la vida pasan cuando no las esperas. Cuando crees que el mundo es un mar de aburrimiento, cuando el tedio y la rutina te están matando lentamente, cuando el frío de la tarde te congela hasta los huesos, cuando el sueño te está venciendo, es el momento propicio para que el destino haga su magia, un travieso Cupido te clave una dolorosa y deliciosa flecha, y la veas llegar radiante por esa antaño monótona puerta.

Fue así, todo era gris, frío, lento y silencioso, y me trajiste luces, bulla y mucha vida, acelerada vida. Y me miraste de tal manera que mi mundo dió un vuelco entero, y supe al fin, que te había encontrado, que eras tú lo único que siempre había estado buscando, que mi vida se resume en ese punto, cuando nuestros caminos se cruzaron y me miraste, de tal manera, que ahora no puedo dejar de verte.

Es así, la vida me ha regalado lo mejor de si misma en tu presencia, y ahora solo sonrío y sonrío como tonto ante todo y todos. Desbordo felicidad por donde vaya, canto y bailo mientras camino. Sé que ahora camino solo, pero más tarde estarás nuevamente conmigo. Te tomaré en mis brazos, te levantaré del suelo, te robaré uno y mil besos, y te guiaré a nuestros aposentos, y me dejaré llevar por mis instintos, te abrazare y besaré a todo momento, incluso cuando duermes, pues siempre estoy despierto. Me has llenado de tanta vida, que tengo envidia de mi mismo. Que hermoso es todo esto! Que genial es estar vivo!

sábado, 14 de septiembre de 2024

Poema 247

 Me sonreías mientras hablabas, jugueteando con el lapicero en tus manos. Por Dios, que linda estabas! No lo sospechaba cuando me enteré que ibas a llegar por primera vez. Te cuento este terrible secreto, ni siquiera me interesaba que llegaras, era como que si la vida siguiera un curso irremediable de situaciones inevitables que deberían pasar sin mas ni mas. No me interesaba nada de esta vida, solamente seguir en ese cauce conocido en el que me había embarcado, nada más. Y ahora, cuando me hablabas sonriendo, sentada coqueta frente a mi, jugando con la lapicera, a veces con tu cabellera que siempre está alborotada, o haciendo gestos deliciosos con los labios, con las manos, entonces comprendí de nuevo que, mi Dios, estoy perdido, estoy enfermo en ti.

Terminamos la corta charla, no recuerdo de que trataba, me parece que de alguna de esas cosas que tanto interesan al trabajo, a la profesión, o a quien diablos le importa? Yo solo recuerdo tus encantadoras lineas, tus poses de inocencia que se intercalaban con algunos gestos sobre actuados de niña mala, y sobre todo, por la forma en que me mirabas. Esos tentadores ojos negros, me alocan, me torturan, me matan, me llevan a los cielos, a los infiernos, me hacen suspirar, reír, llorar, soñar, todo al mismo tiempo. Soy esclavo a voluntad. Lo sabes? Quizá la pregunta correcta sea: Te importa?

Ahora que nuevamente no estás, sigo recordando la forma graciosa en que hablamos, en la forma en que te miraba, en ese tierno abrazo que me diste, la forma como tomaste mi mano, la forma como apoyaste tu cabecita en mi hombro, luego en mi pecho, y sobre todo, ese tierno beso que me regalaste antes de partir. Es cierto, te fuiste, otra vez en silencio, otra vez sin despedirte, pero, quizá así sea mejor. Nos volveremos a encontrar, y ojalá que el mundo nos regale otro dulce momento donde podamos charlar de todo y nada, donde pueda deleitarme de tu mágica presencia, y donde este esclavo de tus ojos  pida nuevamente a gritos que nunca lo dejes en libertad.

Poema 246

 Caminamos de la mano por la alameda, tú hablabas, como una pequeña que está descubriendo el mundo, hablabas sin parar, te reías de tus bromas, de tus ocurrencias, de todo lo que te había pasado en el día de trabajo. A veces me hacías una que otra pregunta, yo te contestaba con evasivas, afirmaciones cortas, o palabras sueltas, aprovechando tu silencio para robarte un beso, una caricia, o alguna que otra muestra de amor a las que te tengo acostumbrada. Te molestabas un poquito, por no prestarte la debida atención, como tú misma decías, reías, y seguías hablando mientras, tomada de mi brazo, caminábamos juntos por la alameda, entre la gente que a veces nos miraba, en la tarde que se oscurecía, entre el bullicio de los autos, de la ciudad entera, entre todo eso es tu risita alegre lo único que escuchaba, y lo único que realmente me importaba.

Nunca podé plasmar en letras toda la montaña de emociones y sensaciones que sentía cuando jugueteabas con mi brazo, o con mis manos, o cuando traviesa metías tus manitos en los bolsillos de mi chaqueta. Tengo frío, decías. Yo te abrazaba más, te apretaba a mí, y sentía el mágico aroma de tus cabellos, que se alzaban rebeldes mientras el viento ligero hacía un estropicio de ellos. Oh, tus cabellos!Ni la medusa mítica pudo tener tanto poder en los suyos como tú con tus cabellos que me seducen por completo. Me regalas un mechón de tus esplendorosos cabellos negros? Aunque, te lo confieso, ya tengo un buen puñado de ellos, te los he ido robando de a pocos, sin que te dieras cuenta, me los he quedado, y van conmigo, como reserva para cuando necesite una pequeña poción de esta droga nueva: el aroma de tus esplendoroso cabellos.

Llegamos tan lejos, que tuvimos que tomar un taxi para retornar al auto, que habíamos abandonado en la carretera. Íbamos atrasados, no existía la posibilidad de retornar caminando. El taxista sonreía, ante tantas muestra de cariño, parecíamos dos niños, aunque las canas ya pintan mi cabeza, y mis gestos siguen siendo los de un caballero chapado a la antigua. Aun así haces que me comporte como un niño, sacas de mi los comportamientos más tiernos que jamás haya tenido. Ya en el auto, no podemos hacer mucho, tú conduces, yo voy a tu lado, cantando mis alocados versos, y tú, cada vez que puedes, me regalas una mirada tierna, una suave caricia, y un ligero pero delicioso beso. Cómo quisiera que todo esto fuese eterno!

Poema 245

 Te propongo que me olvides, que dejes atrás en el silencio de la fría noche solitaria del baúl de los no recuerdos todo aquello que alguna vez tuviste conmigo. Sabes? Me será mas fácil volverte a mirar, me será más sencillo poder enamorarme de nuevo cuando vuelva a encontrar frente a mi esos lindos ojos negros. Te propongo que olvides completamente de mi existencia, olvida todo de mi, mi nombre, por supuesto, mi cara, mi voz, y sobre todo, olvida mis letras. Es cierto, todas ellas nacieron y vivieron por ti y para ti, pero quiero que las olvides, así también las olvidaré yo.

Ayer te vi de nuevo, y me miraste. Me tomaste de las manos, nos abrazamos por un instante que parecía iba a ser eterno. Te tuve por un momento infinito pegada a mi pecho, mi corazón se alocaba más y mas, el tuyo también, quizá sentías lo mismo que yo, no lo sé con seguridad, no tengo la certeza de nada de lo que haya sucedido. Un ligero y suave beso, fugaz, tan efímero que no estoy seguro de que haya existido, pero aún en mis labios tengo el dulce sabor de tu beso, que me trajo de vuelta a la vida, que fue suficiente para mantenerme vivo.

Charlamos por un breve tiempo, pero admiré cada gesto tuyo, me enamoré de nuevo de tus bellas lineas, de todas y cada una de ellas. Por cierto, busqué todos tus defectos, aquellos que había buscado durante tanto tiempo. Allí estaban, tan perfectos, tan bellos. Y yo los llamo defectos. Cómo te amo! No recuerdo de qué hablamos, creo que de trabajo, o de la vida, la verdad lo olvidé por completo, incluso cuando me hablabas, y yo te miraba en silencio. Que hermoso momento!

Nuevamente no estás. El mundo, cruel e insensible, ha apartado para siempre nuestros caminos, pero, el destino juega conmigo, se divierte con mi sufrimiento, y hace que coincidamos, a veces, muchas veces, y no puedo contenerme, no puedo. Siempre te robo una caricia ligera, un abrazo, un beso furtivo, y un mágico eterno momento. Te propongo este trato, olvida todo esto, quieres? Así podré enamorarme de ti de nuevo sin temor a que puedas sentir lo mismo, y así puedas tranquilamente seguir tu camino, ya que, de no ser así, podría darse la posibilidad de que quisieras venirte conmigo y yo, yo no me pertenezco, nada te puedo ofrecer, pues nada tengo, solamente estas torpes letras en mas torpes versos, que me gustaría, los estuvieras leyendo.