Momentos de silencio

Momentos de silencio, de dudas, de miedo
Son abismos que se abren en lo más profundo
De nuestro pecho, que rasgan tu alma,
Parten el corazón, lo hacen pedazos,
Y nos llevan al sepulcro del abandono,
De la infinita soledad, de oscuro infierno.

Veo lo que tengo dentro de mi alma
Escucho mis pensamientos, todos callan.
Mis recuerdos? Ya no los tengo
Ya no hay proyectos, ya no hay nada
Solamente un enorme y profundo hueco
Que me engulle, y no me suelta
Y por donde caigo, y sigo cayendo....

Momentos de soledad, momentos de abandono
Momentos duros de infinito silencio.
Para que vivir? Pregunta vana
En estos momentos, ni siquiera la vieja dama
Ni siquiera ella viene y hace uso de su guadaña.

Nada importa ya, pues nada tengo.
En estos dulces y amargos momentos
Debo aprender a disfrutar del silencio
Disfrutar del dolor y del tormento.

Váyanse ya! Apártense de mi!
Ya no quiero estos momentos!
Quiero volver a vivir!
Basta ya de sufrimiento!

Hoy por la mañana

Hoy por la mañana me has besado
Me has sonreido y me has dicho
Que te sientes muy feliz por estar
A mi lado, por compartir esta mañana
Y todas esas tardes y madrugadas
Conmigo. Y me hiciste feliz, de nuevo
Y lograste que mi rostro adusto
Y mi alma preocupada sonrieran
Y que nuevamente yo pudiese
Mirar a la vida con renovadas
Fe y esperanza. "Te amo", dijiste
Y sonreías, y en tu mirada feliz
Pude comprender que esta mi vida
No pasa en vano, y es bueno vivirla
Por una simple razón, porque hoy
Así como ayer, y quizá mañana,
Caminas a mi lado, y te amo
Y, lo que es mejor, también me amas.

Padre nuestro, que estás en los cielos

Padre nuestro, que habitas en los cielos
En la tierra que creaste hay dolor y mucho miedo.
Ya no imploro tu perdón, ahora te pido alimento
Te pido que me abrigues y que mitigues mi sufrimiento.

Padre nuestro, yo se que estás oyendo
Se que en algún lugar de tus sagrados aposentos
Se oyen los llantos y quejas de lo que sufren
Se oyen las plegarias hasta de los que se dicen "ateos".

Yo creo en ti, aun creo en tu poder, Padre nuestro,
Aún creo que eres Tú, el salvador eterno,
Confío en que lograrás de una u otra manera
Arreglar este desbarajuste, corregir todo ésto.

Padre nuestro, no espero contestes a mis ruegos
No espero tampoco obtener el perdón eterno
Y quizá ya ni siquiera me espere el ardiente infierno
Ya nada espero, Padre nuestro, ya nada espero....

Hágase tu voluntad, mi Padre eterno,
Cumpliré a cabalidad, los designios impuestos
Caminaré, con mis hermanos, por el señalado sendero,
Pero no me pidas que haga todo esto, en silencio.

No callaré! Mi voz se levantará ante las injusticias,
Ante los agravios, el maltrato y atropellos.
Me diste una voz, y la usaré no solamente para rezos,
También gritaré a los cuatro vientos mi descontento.

Padre nuestro, la tierra que creaste se ha vuelto un infierno
Está bañada con la sangre de inocentes indefensos!
Por donde vayas se encuentra mucho dolor y sufrimiento,
Y cada vez hay menos de los que creemos. Ya somos menos!

Padre nuestro, te repito que sigo creyendo
Y que sigo confiado en que pronto cambiará todo esto.
Pero mientras suceda, duele mucho el estar viviendo
El sentir el látigo, las cadenas, el hambre y el frío invierno.

Padre nuestro, no te pido que bajes de los cielos
No te pido que castigues a los injustos con rayos y truenos.
Dame la fortaleza suficiente para seguir mi camino
Y poder apoyar a mis hermanos en labrar su destino.

Padre nuestro, que estás en los cielos
Recuerda que en la tierra, muchos de tus hijos,
Aún sin saber la razón de sus pecados
Aún siendo pequeños, están sufriendo...

Ay, el amor!

Nunca retes al almor, no lo hagas
Pues cuando menos lo espere
Tocará tu ventana, y se colará en tus entrañas...
Ay, el amor, cosa tan rara!
Nunca está cuaqndo lo buscas,
No aparece cuando lo invocas
Nunca escucha cuando clamas
Cuando pides con voz desgarrada
Que venga a ti, y que te traiga
A la persona que has de amar
O quizá ya, en secreto, amas.

Pero cuando todo parece estar bien
Cuando ya no hay tempestades
Y la calma reina en tu casa,
Entonces el muy cretino te clava
Su envenedado dardo en el corazón
Y hace que se pierda tu alma.
O te trae una pasión desenfrenada
Llena de locuras y de vértigo
Que te atrapan, y ya no te dejan
Y hacen que pierdas la cordura
Y que pierdas los estribos y la razón.

Y te entregas a tus sentimientos
A pesar de que el mundo te diga
Que no debes hacerlo
A pesar de todo, te entregas
De cuerpo y alma, aun sabiendo
Que es solamente una locura
Y sabiendo que a nada bueno
Llevará todo esto... Te entregas.

Ay, el amor!
Llega cuando menos lo esperas
Y cuando más lo deseas, te deja.
Solamente queda disfrutar
De todo lo que nos obsequia
Cuando con su dardo nos condena.
Sigue amando mientras puedas,
Pues solamente aquel que ama de veras
Solamente para aquel
Tendrá sentido haber andado
Sobre este planeta...

Olvido

Olvidaré! Claro que sí, ya te he olvidado
Ya casi ni te recuerdo
Tu imagen es bruma que se lleva el viento
De tu voz, ya sólo queda el silencio
Y hay un enorme vacio
Ahí donde antes bullian sentimientos.

Te olvidaré! No sé para qué siquiera escribo
No se para la razón o el motivo
Por lo que de esta manera pierdo mi tiempo.
Ya no existes. Ya nada vales para mí,
Ni siquiera eres una historia de mi recuerdo
Ni siquiera una brisa en mi memoria
Ni siquiera una pesadilla o un mal sueño
Quien eres? Ya ni siquiera se eso,
Es tan profundo el olvido
Que ni siquiera puedo reconocerte
O saber si fuiste Tú a quien olvidé
O si siquiera exististe, o si siquiera importaste.

Ya te olvidé! Y que fue de tu vida?
La verdad? Me importa un reverendo bledo!

Solamente sueños

Solamente sueños quedan
Por la ilusión vilmente perdida.
Más que sueños, sólo quimeras
De poder conquistar aquella alegría.

Iluso! - Muchos me dijeron
"Soñador" - Respondía presto.
Pero incluso aquellos
Que me dijeron todo esto
Hace buen tiempo se fueron
Y sólo me quedaron los sueños.

Sueña mi pluma
Que escribe versos.
Sueñan mis labios
Con ardientes besos.
Con una noche de pasión
Sueña mi cuerpo.
Y sueña mi corazón
Que despierta de este sueño...

Un aula, una mota, una pizarra

La noble mota mancha las espaldas
De los incautos, y a veces las caras
Una chompa gris es vilmente usada
Para limpiar la tiza de la pizarra...

Los gritos y risas de una manada
Sumados a los lapos y patadas
Hacen que tiemblen las desvencijadas
Carpetas y mesas destartaladas...

Silencio! En el umbral de la puerta
Que antes estaba cerrada
Una figura conocida espera
Que la clase entera este quieta...

Los muchachos, cual tropa disciplinada
Ocupan su lugar, incluso la mota
De la mano de uno cualquiera
Regresa silenciosa a la pizarra.

Buenos dias caballeros!
Saluda el maestro con voz clara.
Buenos dias maestro!
Al unísono contesta toda el aula.

En respetuoso silencio
Y con mucha atención
Todos muy atentos
Escuchan la lección

Y la traviesa manada?
Los cabes? Las patadas?
Las burlas y risotadas?
Que le pasó a la muchachada?

No se preocupen, no pasa nada
Esto sucede una vez a la semana.
Cuando un maestro de verdad,
Hace su ingreso al aula!!

Dedicado a mi gran maestro
Francisco "Pancho" Villanueva.
Caballerosidad, respeto e innegable intelecto. Tuve la suerte de escuchar tus lecciones y gran parte de lo que soy lo debo a esas clases donde nos impartias tus conocimientos.