viernes, 2 de mayo de 2025

Poema 1145

Bienvenido a mi reino, poeta
Ya puedes abrir los ojos

Dices esto mientras con una mano acaricias mi rostro
Y con la otra coges mis dedos uno a uno y jugueteas con ellos

Sabía que eras valiente, que morias de miedo y de terror cuando te dejé solo frente al fuego eterno
Sabía que enfrentarias todo eso y no emitiste ni una sola queja
Al contrario, ví una mueca de placer al ver como las llamas sagradas te iban despojando de tu mortalidad
Vi como tu miedo se convirtió en una fuerza imparable que te empujó hacia mi
Y estoy feliz porque seas así, no me equivoqué, eres especial, mi poeta loco, mi poeta del amor

Abro los ojos y te veo en toda tu grandeza
Eres aún más bella de lo que podría imaginar 
Suspiro y cojo tu mano, te atraigo hacia mi
No te resistes, dejas que libere mis ansias, mis deseos
Beso tus labios sin pedir permiso
Correspondes a mis besos, tú también los deseas tanto como yo
Permanecemos abrazados por un instante eterno

Luego, abro nuevamente los ojos y separo mi rostro del tuyo por un instante, curiosidad
Giro la cabeza y lo que veo es impresionante 
Tu reino es realmente espectacular 

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