Disfraz de bendición, sonriente
El amor se incrustó sin pedir permiso
Allá en el fondo, donde más duele
Amarte fue descubrir la vida
Sabiendo que todo ese cruel martirio
Y todo el sufrimiento pasado
Valió la pena, por haber llegado
A esa mirada que hipnotiza y hechiza
A esas caricias que atormentan
A ese dulce veneno en tu sonrisa
Que me digas a baja voz, poeta
Te quiero y me encantan tus rimas
Y diciendo esto, solamente me besas
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