Con la suavidad y la calma de un riachuelo en una llanura
O un gran río en la amazonia
Sin aparentes preocupaciones ni lamentos, todo es tranquilidad
Pero eso es la superficie, y solo por un tiempo
La tormenta va por dentro
Y esa aparente calma se convierte
En tornados sin previo aviso
El mar me espera
Es mi destino
No podré cambiarlo nunca
Es ahí donde van las aguas
De todos los ríos
No pienso en el final
No tiene sentido
Solamente me queda enfocarme
En el recorrido, en las riberas
Que cambian a cada momento
Mis días pasan
No puedo evitar que sigan pasando
Aunque hayan obstáculos
Depende de mi si me quejo
O disfruto de cada tornado
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