viernes, 22 de febrero de 2019

Dónde habitan mis sueños?

Mis sueños se quedaron en algún lugar
Perdidos en la inconmensurable maraña del infinito espacio tiempo.
Mis sueños no me quisieron seguir
No quisieron estar conmigo en mi diario y rutinario tormento.

Camino como un ente más, entre la multitud que, agitada, va corriendo.
La corriente me lleva para aquí y para allá, no sabe nadie hacia dónde estamos yendo.

Y apenas puedo reposar, aunque sea solo un segundo que parece eterno
Cierro mis ojos y sin casi pensar, puedo encontrar a mis añorados sueños.

Ahí estamos Tú y yo, en un pequeño cine de nuestro pueblo
Una película cuyo argumento no recuerdo, pues nos la pasamos abrazados y prodigandonos besos.
"Vayan a un hotel!" casi gritaban algunos espectadores molestos
Sentía el rubor en tu piel, pero ni por eso me perdía otro de tus apasionados besos.

Nuevamente tú y yo, caminanos de la mano por un solitario sendero
Es primavera aún, pero hay una lluvia ligera que nos empapa por completo.
Reímos ambos con las gotas de lluvia, que mojan nuestros rostros y nuestros cabellos.
Nos abrazamos en medio de la nada, y sin importarnos nada ni nadie, nos atacamos a besos.

Ahora yo estoy acá, y tú estás lejos, muy lejos.
Cada quién tiene que dia a día luchar, no hay tiempo para sueños ni para besos.
Abro los ojos nuevamente, y sigo en mi mundo cruel y de tormentos,
Solamente me queda esperar un poco más, para poderme escapar nuevamente a ese hermoso lugar, dónde siempre habitamos tu y yo, donde están nuestros abrazos, nuestras locuras, nuestros besos, nuestros deseos y nuestros más hermosos sueños.

sábado, 16 de febrero de 2019

Romance distante

A la distancia se sienten las noches más frías
En soledad los recuerdos duelen más todavía.
Una tarde como está, de garua y neblina,
Supe que la quise tanto, Tanto la quería!

Pude sentir las gotas en mi rostro como dulce melodía
Sentir el aire en mi piel, como inigualable caricia
Pude sentir tus manos, tan suaves y tersas, al contacto con las mías
Y pude sentirte toda, sentía que eras solo mia!

Pero hoy ya no estás, y mi cueva está mas triste y vacía
Y mis silencios en amargas lagrimas se cocinan
Mis penas son mis unicas alegrías
Y la muerte... La muerte no quiere venir todavía.

Para que seguir en esta triste agonía?
Duele respirar, duele la luz de terrible día.
Duele cada latido, duele solamente el saber que no estas más
Que hace tiempo atrás partiste
Y no volviste la mirada atrás
Mientras yo quedaba en silencio
En el lúgubre y triste abandono
De mi oscura guarida...

Te quise tanto, te amé tanto
Que se me acabaron las energías
Y se secó la esencia aquella
Que me mantenía con vida.

Duele tanto la distancia
Duele más si solamente yo siento
Y ella, ella ya ni siquiera recuerda
Todo aquello que nos unía.

martes, 12 de febrero de 2019

Otra historia de amor

Parado en la barandilla, con las manos sudorosas y las rodillas temblando, miro nuevamente con dirección al grupo de personas que vienen saliendo en tropel, por la puerta de desembarque.

Ansioso miro a todos y cada uno de los recién llegados, tratando de no mostrar mi nerviosismo, tratando de no estar muy serio y tampoco demasiado sonriente. Sé que podría ser mal tomado, pues a nadie le gusta que lo estén observando, menos aún por un desconocido.

Otra vez no estás entre los recién llegados.

Miro nuevamente mi reloj: diez menos cuarto. Es cierto, el arribo de tu avión está programado para las 11 horas, pero aún así, no puedo evitar el pensar que pudiste adelantarte, o quizá ya llegaron y los avisos no están actualizados, o quizá...

Mil razones hay para escrutar a todos los recién llegados. Además, tengo todo el tiempo del mundo, y no me moveré de aquí hasta que Tú hayas llegado.

Miro mis zapatos: están relucientes. Me arreglo nuevamente el cabello con los dedos. Me acomodo la camisa y los pantalones, reviso todos los botones. Acomodo nuevamente las rosas en el ramo. Y miro nuevamente el reloj: ya falta poco.

Sonrío. Recuerdo todos los momentos cuando tuvimos que separarnos y lo grandioso de abrazarnos de nuevo. Esa sensación única de tus brazos en mi cuello, mi rostro en tu cabello, y nuestros corazones galopando. Te amo.

El momento sublime del roce de nuestros labios, y perderme nuevamente en tus ojos soñadores, y tu mirada pícara y coqueta al preguntarme: "¿Me has extrañado?"

Y así, entre sueños y deseos, sin casi percatarme, apareces entre la multitud, en la puerta de desembarque. Te detienes un instante, aseguras tu bolso de viaje, y tu maleta que rueda a tu costado. 

Y, guiada por esa mano invisible que nos mantiene unidos, levantas la mirada, como si supieras donde estoy, y me sonríes. Inclinas un poco la cabeza, y dices "te amo" sin que las palabras lleguen a pronunciarse.

Me doy cuenta que yo estaba con las manos levantadas, moviendo el ramo de rosas para llamarte. Pobres rosas, ya casi ni pétalos tienen de tanto que las he zamaqueado.

Cruzo la barrera que separa a los pasajeros de los familiares. Nadie me detiene. Voy directo hacia ti, casi corriendo. Tu haces lo mismo, y, casi en el instante en que nos encontramos, sueltas el bolso y la maleta, y te cuelgas de mi cuello, mientras yo entierro mi rostro en tu cabellera, y dos lágrimas de felicidad ruedan por mi mejilla.

Nos abrazamos por una eternidad que dura tan solo un instante.

"¿Me extrañaste?" es lo primero que dices, apartando un poco la cabeza y limpiando con tus manos mi rostro lleno de lágrimas. Sonríes, con tu mirada de niña traviesa, como sólo tú sabes hacerlo, con esa pasión que me atrapó desde el primer instante, y del que no quiero liberarme.

"Te amo", alcanzo a balbucear antes de sentir tus labios en los míos, y perderme nuevamente en la maraña de tus cabellos, mientras en mi pecho, mi corazón es un potro desbocado, que no para ni un sólo instante.

Un ruido extraño nos trae de vuelta a la realidad. ¿Aplauden? Me sonrojo, tú sonríes, y con la gracia que te caracteriza, haces una graciosa venia hacia aquellos que aplauden.
Cojo tu maleta, tu coges tu bolso. Muchas personas se acercan, ofreciendo ayudarnos.

"Estás más bella que antes" te digo casi al oído.
"Son tus ojos" respondes como siempre, sin dejar de sonreír ni un sólo instante.

....´

Él tiene casi 90, y camina con cierta dificultad, pero lleva siempre erguida la cabeza. Ella, algunos años menor, sonríe y menea la cabeza con aires de coqueta. Ambos se acercan a la puerta de salida de un aeropuerto cualquiera. La gente en derredor sonríe satisfecha, muchos celebran las muestras de amor y cariño de la singular pareja.

Afuera la vida continúa: los autos humean, los peatones protestan, las luces de la gran ciudad, no dejan ver a las estrellas. Pero para esta pareja, la vida pareciera que recién empieza.

domingo, 10 de febrero de 2019

Nostalgia

— ¿Estás ahí? ¿Por qué no contestas?
El vacío de la habitación oscura y solitaria
Me devuelve con voz tenebrosa mis palabras.
Mi corazón se estremece, mi alma se desgarra,
Mis sueños se desvanecen, perdieron sus alas,
Y un niño taciturno, sin sonrisas, mira el piso y calla.

Una amarga lágrima rueda por su mejilla
se convierte en sal y arena mojada.
Vive en sus recuerdos, añora sus sueños.
Pero el tiempo ya ha pasado
Hace mucho tiempo que ya no es niño,
Está ya muy viejo!
Sus pies han recorrido demasiados senderos
Ahora están cansados, se cansó de andar.
Sus manos encallecidas han cogido muchos arados,
Sus hombros han cargado el mundo entero
Sus ojos han reído y han llorado
Su corazón ha latido ya demasiado
Ha enterrado a muchos amigos,
Ya todo ha cambiado... ¡Nada es lo mismo!

Solo queda esperar, esperar que el buen señor tiempo
Acelere aún más su paso, y logre su cometido.
Solo quiere dejar de soñar, pues duelen los sueños
¡Aquellos hermosos sueños que tenía de niño!
¡Cómo duele, Dios mio!
Duele ver que el abismo está cada vez más cerca
Que ya casi no queda camino
Y los sueños se convirtieron en polvo
Y se fueron con el viento, se fueron con el tiempo.

¡Nunca quise dejar de ser niño!

martes, 5 de febrero de 2019

Morir en el intento

Vivir como estoy viviendo
Ya quisieras para tus recuerdos
Pero déjame decirte algo
Que lo sabe hasta un conejo
Vivimos todos sabiendo
Que dejaremos la vida en esto.

Nadie dirá que en su vida
No murió en el intento de seguir viviendo.
Hoy he despertado vivo
Y mañana quizá esté muerto.
Pero hoy disfrutaré el hecho
Que sigo vivo, que aún no he muerto.

Que tengas un hermoso día
Lleno de éxitos y de aciertos.
Que las penas sean alegrías
Y recibas muchos abrazos y besos.