lunes, 26 de junio de 2017

Tristeza que mata

Sentado frente al monitor, escuchando melodías antiguas que me ponen nostálgico y meditabundo, he decidido nuevamente escribir, aunque realmente ni siquiera se sobre qué tema en específico tratar.

La poesía ha abandonado mi alma, y ese niño que jugueteaba en mi interior, que soñaba y volaba en libertad, ha caído en un estado de letargo y de somnolencia tal que, solamente con sentir su dulce y tranquilo sueño, solamente al saber que está durmiendo, no me atrevo a despertarlo.

Miro hacia atrás. Hace ya buen tiempo que tengo la mirada puesta hacia atrás. El futuro lo veo sombrío e incierto, y el presente es una carga desagradable que debo llevar, pues no me queda otra opción: solamente cargar mis cadenas, mis alas quebradas, cargar mi costal de penas, y seguir adelante.

Pero puedo mirar hacia atrás. Puedo sonreír con todos aquellos momentos de extrema felicidad que alegraron mi existencia. Y los hay muchos, tantos, que solamente por ellos ha valido la pena todo este camino que podríamos catalogar de duro y difícil, pero por ninguna razón de infernal.

Hoy me siento triste, una vez más. Y mi tristeza tiene mil motivos y mil razones para seguir nutriéndose y creciendo a ritmo fenomenal.

La principal causa es que ya no estás. Nunca imaginé que sería tan dura tu ausencia. Mi preparación científica me dice en todos los idiomas que conozco que es la ley de la vida, que los hijos entierren a sus padres, (Y no al revés), y es cumpliendo esta simple pero universal ley es que tuve que cargar tu ataúd, vestirme de luto, y entregar tus restos a la madre tierra, pues de polvo somos, y en polvo nos convertimos. Así a sido siempre, así ha de ser para toda la eternidad.

Pero, a pesar de que lo entiendo plenamente y con total claridad, en lo más profundo de mi alma, ese niño que duerme y sueña, se coge la cabeza y entre sollozos desgarradores se pregunta: ¡¿Por qué?!

No hay razones que expliquen el dolor que un alma siente. No hay razones que hagan entender al alma que sufre los motivos de ese sufrimiento. Cuando sientes dolor lo sientes, y nada más. Muy a pesar de todos los razonamientos, creencias o imposiciones. Los sentimientos son libres para hacer lo que quieran con nuestro cuerpo y alma, y yo, un pobre barro mal hecho, soy esclavo de todos y cada uno de ellos.

Me hiciste así. Muy observados, analítico y hasta calculador. Pero, sobre todo, me hiciste un sentimental en extremo. Soy tu herencia, soy tu sangre soy tus sueños y anhelos, soy lo que eres ahora y lo que mañana serás.

Pero, aún duele, aún no puedo conciliar el sueño con facilidad. Espero aún oír tu voz, tu eterna canción en los labios, y quiero abrir mis ojos, y ver tu mirada pícara, y escuchar algún comentario tuyo sobre el orgullo paterno que rebasaba tu cuerpo y alma. Las palabras de siempre, y el desmedido orgullo por las pequeñas cosas que haya o no logrado.

Aún duele, papá. Y, aunque se que nunca leerás esto, aunque mi cerebro analítico y científico me dice que es una gran estupidez escribirlo, y plasmarlo en una página de internet, aunque se que ya nada vale, aún a pesar de todo eso, quiero creer que no te has ido del todo, o que volverás, o que, por algún extraño sortilegio, mañana despertaré, y te encontraré de nuevo tarareando tu eterno carnaval, y tus palabras de aliento que nunca te faltaban para nosotros, en especial para mi...

sábado, 17 de junio de 2017

Quizá un día más...

Cómo quisiera viajar en el tiempo, y poder despertar el Lunes, solamente en esta ocasión... No será un día agradable, lo sé, lo entiendo, lo acepto... Y, como todo aquello amargo que debo afrontar, lo haré sonriendo, lo haré con la frente en alto... Y me beberé un trago... Y el domingo terminará... Entonces, cuando me encuentre sólo, otra vez, brindaré contigo de nuevo, aunque se que ya no estás...
Me haces mucha falta, viejo...

sábado, 10 de junio de 2017

Si yo pudiera...

Si yo pudiera... Regresar en el tiempo
Y deshacer todo lo malo que haya hecho
Corregir los errores y cambiar mi sendero
Para que mi destino fuese mas placentero.
Si tan sólo pudiera cambiar algo de esto
Gustoso lo haría, pero... Ay, no puedo.

 

Si yo pudiera... No lastimarte de nuevo
Y no decir esas palabras que te hirieron
Si tan sólo pudiera abrazarme a tu pecho
Y decirte que te amo, y que soy feliz 
A tu lado, aunque ahora ya estás muerto.
Si pudiera regresar a esos momentos
Cuando discutíamos por banalidades
Y heríamos nuestros sentimientos
Si tan sólo pudiera evitar tus llantos
Y todas esas penas y quebranto
Gustoso cambiaría cada minuto de mi actual vida
Por solamente tenerte un segundo en mis brazos
Y decirte a viva voz cuanto te amo
Si tan solo pudiera, pero... Ay, no puedo.

 

Si yo pudiera... Regresar al hogar materno
Donde de pequeño soñaba con alzar vuelo.
Correría mas alegre por los campos bellos
Jugaría día a día en los límpidos riachuelos
Reiría con las ocurrencias de los pequeños
Y me abrazaría mas fuerte a mis abuelos.
Disfrutaría más aún de los ricos almuerzos
De los panes, las tortas y los buñuelos,
Y por supuesto disfrutaría cada día de colegio
Con los amigos, las clases y los recreos.
Si yo pudiera volver a tiempos aquellos
Gustoso lo haría, pero... Ay, no puedo.

 

Si yo pudiera... Viajar libre en el tiempo
Y pudiese ver de tu camino lo malo y bueno
Que pasara en tu vida, mi hijo pequeño,
Y pudiese conocer al detalle todo aquello
Que de mi depende para lograr tus anhelos,
Gustoso cambiaría mi accionar entero
Y entregaría feliz mi alma al infierno
Si estuviese seguro que gracias a ello
Podrás ser feliz y conquistar tus sueños.
Si yo pudiera vislumbrar el futuro certero
Cambiaría mi mundo, pero... Ay, no puedo.

 

Si yo pudiera... Toda mi historia vivir de nuevo
Disfrutaría más con cada abrazo, con cada beso
Con cada caricia, con cada pequeño momento.
Me perdonaría inmediatamente por cada mal paso
Y no perdería ocasión para dar un buen abrazo.
Estaría con mi familia y amigos más tiempo
Leería muchos mas libros y muchos versos
Saborearía de toda la hermosa vida en pleno
Sonriendo de felicidad en todo momento
Y reiría de alegría a voz en cuello,
Claro que lo haría, pero... Ay, no puedo

 

Si yo pudiera... Cambiar al mundo entero
Y evitar tantas guerras y sufrimientos
Tanto hambre y maltrato en niños pequeños
Tantas injusticias y tanto padecimiento.
Si tan solo pudiera evitar el triste lamento
De aquellos que en su vida todo lo perdieron
Si tan solo pudiera evitar que los gobiernos
Se aprovechen descaradamente de sus pueblos
Si pudiera hacer que sean solo los buenos
Los que lideren a los países en buen empeño,
Gustoso haría todo esto, pero... Ay, no puedo.

 

Si tan solo pudiera... Evitar mis tristes lamentos
Por aquellos desagradables y penosos momentos
Si tan solo pudiera regresar al momento
En que apesadumbrado empecé a escribir todo esto,
Pero ni siquiera puedo hacer eso,
No puedo cambiar muchas de las causas de mis lamentos.

 

Pero... Si puedo escribir esto
Es porque tengo la forma y medios para hacerlo.
Tengo mis manos, mis ojos, mis dedos
Y sobre todo tengo a mi cerebro.
Aún puedo pensar y criticar mis pensamientos
Y aún puedo a plenitud disfrutar de mis sentimientos...

 

Y es que... Estoy sano, y mi cuerpo está completo
Que no será tan bello, pero para mí es perfecto.
Tengo aún trabajando a plenitud a mi cerebro
Y sigo desarrollando día a día mi intelecto.
Tengo un trabajo, que es bastante bueno,
Que me da comodidad en la vida y no solo eso
Puedo ayudar a muchas personas al hacer esto.
Tengo una gran familia, a mis hijos bellos,
Tengo a mi musa amada y amigos buenos.
Para vivir, tengo un buen techo
Y tengo de mascota a un genial sabueso.
Al levantarme hoy me han abrazado
Y antes de partir he recibido muchos besos.
Tengo mi libertad para hacer lo que quiero
Ya de las cadenas nos liberaron padres y abuelos.
Tengo muchos proyectos, también muchos sueños,
Y hoy daré un paso más para estar cerca a ellos.

 

Hay muchas cosas que quisiera cambiar, pero no puedo
Por eso he decidido disfrutar a plenitud de este momento.
Soy un bastardo afortunado, lo sé, así lo siento
Porque tengo mucho amor para mí
Y puedo compartir este amor, con el mundo entero.