A los acordes de una mágica guitarra
La noche se convierte en poesía
Estamos sentados en una baranda vacía
Lado a lado, tomados de la mano
Miramos los acantilados y el horizonte
Donde las luces se acunaron en las aguas
Y las ninfas y hadas ahora son las dueñas
De la vida en la espuma y las olas
Que se divierte deslizandose en la playa
La música viene de ningún lado
Solamente llega y nos acaricia
Más a ti que a mí, supongo
Porque te estremeces con el roce del viento
Que suavemente acaricia tus mejillas y tu pelo
Y nos regala aromas venidos
Desde el otro lado del planeta. Me amas?
Tu pregunta me toma por sorpresa
Te atraigo a mi en un abrazo y mis labios
Buscan los tuyos y antes del beso
Te susurro: eres el amor de mi vida
Ya no alcanzo a decir mas nada
Las palabras se quedaron atrapadas
En una cárcel de caricias y mordidas
De alientos que ahogan, de deseo y pasión
De música melodiosa que nos abraza
De una guitarra que a lo lejos canta
La noche se hace más oscura
La gente se alejas y se va a sus casas
pero para nosotros la música recién empieza
Y no dejaremos sola a esa mágica guitarra