Me llamas, el sonido del celular me despierta, me apuro al contestar. Hola, me dices, como has estado? Bien, es toda mi respuesta, y luego un silencio enorme, escuchando tu respiración, tratando de imaginarte aún en pijamas, con el cabello alborotado, el rostro somnoliento, y esa sonrisita tuya que me aloca, que me ha alocado cada día mas.
Qué harás hoy? Es esa una pregunta?! es todo lo que se me ocurre decir, pobre idiota, quiero decirte tantas cosas, hay tantas palabras y frases hermosas atrapadas en el pecho que luchan por salir, y es todo lo que se me ocurre preguntar. Tonto! Mil veces tonto, pero rescatas la situación riendo a carcajadas, y me devuelves al mundo de los sueños cuando me dices: quisiera besar tus labios...
No recuerdo más nada, solamente que el día fue genial, pude hacer todo lo planificado, lo planeado sin necesidad de esforzarme tanto, y lo hice con una enorme sonrisa en los labios, mientras en mi mente estaba tu bella sonrisa y esa frase que me dijiste al final: te amo loco poeta, nunca te dejé de amar...
