sábado, 18 de enero de 2025

Poema 619

Mirarte es cruel, doloroso 
Insano, no es bueno
Mirarte de frente me duele
La piel se lastima
El alma se hace añicos
Se pierde la tranquilidad 
Se altera la calma
Solo con mirarte
Mi corazón deja de latir 
Mi cerebro se trastorna 
No entiende la razón 
Por la que te deseo tanto 
Por la que muero por ti
Por la que lloro como niño
Al no poder acercarme 
Al no poder tocarte
Al tener que alejarme
Así también tú me estés mirando 

Tengo de dejar de mirarte
Tengo que alejarme 
Todo lo que sea posible
Es primordial, es necesario 
No es posible vivir así 
Solo mirándote y deseando 
No haberte jamás mirado
Esto no es normal, esto es insano!

Poema 618

Te miro y no puedo creerlo
Qué bella que estás!
Sentada frente al espejo
Lentamente te aplicas cremas
Al rostro que se ve por momentos tenso
Y por momentos tan relajado que
Parece de extrema paz y tranquilidad 
Tienes una toalla recogiendo tus cabellos 
Y una bata sobre tu desnudez
Se ve un hombro desnudo
Qué delicia!
Me miras de reojo, te detienes
Por un segundo infinito volteas
Me clavas una mirada inquisidora
Qué miras? Preguntas 
Cómo si no lo supieras
Por lo menos cierra la boca, me dices
Y continúas con tu labor

Ahora es el turno de tus cabellos 
Esa espléndida cabellera negra
Con esos rizos caprichosos 
Que siempre te causan problemas 
Pero que son mi adoración 
Poco a poco los secas
Luego los peinas y acomodas
A tu antojo, no te hacen caso
Son rebeldes como tú 
Al final llegan a una especie de acuerdo
Y es un término medio espectacular 

Ahora es el turno de tu cuerpo
Volteas a verme de nuevo
Si vas a seguir ahí, me increpas 
Por lo menos ayúdame, me ordenas
Escucho con obediencia 
Y con el deseo al tope
Te alcanzo las cremas, 
Las aplico con suavidad en el lugar
Donde me ordenas que lo haga
Disfruto de tu piel, de tu aroma
Disfruto de toda tu presencia 
Soy un volcán a punto de estallar
Beso con suavidad uno de tus hombros 
Te retiras. No empieces, me dices
Ya estamos tarde, no empieces
Me dices, mientras me besas
Con ternura, como quien da una golosina 
A un niño hambriento 

Te vistes lentamente, yo me pongo la camisa
Ya terminaste y yo
Sigo peleando con la corbata
Espera un momento, me dices
Y haces el nudo con maestría 
Me acomodas el saco
Te paras a mi lado y nos vemos al espejo
Ambos sonreímos, ya es hora
El taxi está esperando...

Poema 617

Sonreír, siempre sonreír
Aunque el alma se caiga a pedazos 
Aunque el corazón esté destrozado 
Aunque las sombras reinen
Aunque el cuerpo sangre
Sonreír, siempre sonreír
Porque nadie escuchará 
Tus quejas y lamentos 
Nadie te consolará 
Solo te seguirán 
Si sigues sonriendo 

Sonreír
Aunque llore en el alma