miércoles, 15 de mayo de 2024

Cuánto me gustaría

En estos momentos de lenta agonía 
Cuánto me gustaría tenerte a mi lado
Que con ternura tomes mi mano
Que pongas en mi frente una toalla fría 
Y que me sonrías, sobre todo eso
Que sonrías y me digas : "Nada te pasará 
Porque yo te amo y estoy a tu lado"

Moriría feliz con mis manos en las tuyas
Sonriendo feliz en tus bellos ojos negros
Y soñando que vuelo en esos frondosos cabellos
Que me invitan a volar en sueños 

Y que me digas una y otra vez que me amas
Que siempre me amaste, solo jugabas
A ser aquella pequeña traviesa 
Que desde siempre me atormenta 
Y me regala los mejores sueños
Que haya podido tener algún poeta 

Cuánto te deseo!
Cuanto te sueño!
Cuánto te quiero!

No será suficiente está vida 
Ni siquiera otra vida completa 
Para poder plasmar en letras
Todo el amor que me regalaste 
Toda la pasión que me entregaste 
Queriendolo así o sin querer 
Cuando una tarde de otoño 
Radiante y coqueta
Te asomaste a mi puerta
Y me regalaste una mirada
Tan bella, tan profunda, tan mágica 
Que ahí quedé, soñando con la boca abierta
Preso ad aeternum de una mirada coqueta 
De una pequeña traviesa
Que se asomaba a mi puerta
Con una fenomenal cabellera
Unas curvas preciosas, perfectas
Unas manitas delicadas de princesa 
Y unos abismos negros en su mirada
Que hasta ahora me acompañan

Regálame una última mirada
Mi bella princesa, mi pequeña traviesa 

Versos febriles

Dónde estás? No te veo
Hoy no te pude encontrar 
Solo fui por ti a ese lugar
Es cierto, no estoy muy bien
Mis ojos se cierran
Mis brazos me duelen
Mi cabeza va a explotar
Tengo los dedos adormecidos
Y todo mi cuerpo me pide
Ve a la cama ya

Igual fui, a buscarte, te quería ver
Satisfacer mis ansias de perderme
Una y otra vez en tu mirada
Si, en tu mirada de fiera no domada
Con esos negros abismos que me atrapan
Que me enloquecen, que me matan 
Y disfrutar del contoneo de tu cuerpo
Y como se mece coqueto tu cabello
Y quizá una sonrisa, con esos labios 
Tan deliciosos y pecaminosos 
Que me invitan a un paseo 
A los cielos, también al infierno 
Pero, donde a voluntad me quedo
Disfrutando de mis sentimientos 
Y disfrutando de que en mis sueños 
Eres mía por completo!
En ellos yo te tengo!

Me fui en silencio
Pero siempre sonriendo 
Te amo sin razón alguna
Y no me importa lo que el mundo 
O la sociedad piensen de esto
Este es mi amor, es lo que hoy tengo
Y es el motor de mi vida en este momento 

martes, 14 de mayo de 2024

En tus cabellos

Quiero perderme en tus cabellos
Aquellos que siempre traes atados
Aprisionados por algún motivo
Es cierto, los llevas bien peinados
Se nota que los cuidas, los mimas
Y que demoras buen tiempo por las mañanas 
Cuando les haces algún tratamiento 
O mantenimiento, no sé cómo se dice
Lo importante es que tus cabellos 
Son un espectáculo para los sentidos 
Sólo basta con verlos, te enamoras de ellos 
Se ven tan lindos, a pesar de los ganchos
O de las trenzas, o los moños
O todo eso que les pones
Y, si por esas cosas del destino, 
Puedo oler su perfume, se me antoja a limonero 
Se me antoja un aroma embriagante 
Que me atrapa, como una mosca 
Que dócilmente a la miel cae

Una vez, sólo una pude verlos
Meciéndose libremente al viento 
Oh! Que maravilla era verlos
Se me antojaban olas salvajes
Que se encuentran con las rocas
Y crean una espuma de colores
Que juguetea con los elementos
Que digo? No puedo describirlos
Cuando tú cabellera al viento
Me hipnotizaba. Me embrujaba

Sueño con perderme en la maraña 
De tu espectacular cabellera 
Sueño con hundirme dentro de ellos
Y no salir nunca, feliz y contento 
Quedarme a vivir en un eterno encantamiento 
Y morir dichoso mientras siento
Tu hermoso cabello, disfrutando de la brisa
De las gotitas de rocío, del viento 

Me regalas un mechón de tus cabellos?
Vamos, no seas malita 
No ves que estoy muriendo por ellos?
No se pongan celosos mis ojos negros
Ustedes saben que son mis dueños 
Pero, hay unos hermosos negros cabellos 
En los cuales también quiero
Perderme por completo....

lunes, 13 de mayo de 2024

Cómo me duele tu mirada

Me miras divertida 
Se que disfrutas mientras sufro
Te hace gracia ver que no puedo
Suprimir un suspiro cuando te veo
Igual sonríes, incluso ríes 
Por la torpeza de mis palabras 
Por mi comportamiento errático 
Por el temblor de mis manos
Por la forma en que te miro
Y por la forma en que intento
Que nadie se de cuenta de las ganas
Que tengo de abrazarte 
De tomarte en mis manos
De perderme en tus cabellos 
Y de robadrte un sublime beso...

Sigues sonriendo y me miras con insistencia 
Se que te agrada la cruel experiencia 
De ver mi delicioso sufrimiento 
Porque, es cierto, yo también lo disfruto
Me gusta perderme en tus ojos negros
Me gusta soñar con ellos despierto
Quiero besarlos! Me dejas?

Te retiras, coqueta
Y volteas por un segundo al llegar a la puerta
Y sonríes, sabes que te estoy mirando 
Sabes que me traes loco no se desde cuándo 
Y este loco corazón enamorado 
Solo sabe latir por tí, y late desesperado 

Te amo
Cómo si no lo supieras 
Te amo
Te lo repito de todas maneras 
Te amaré así no lo quieras
Te amaré por siempre 
Aunque esto signifique 
Vivir en sueños y quimeras 

Soneto

Te encontré en mi vida sin buscarte
Cuál ironía del destino
Tuviste que torcer mi camino 
Y ahora sólo sé amarte 

Me miraste y caí en un abismo
Del cual ya no puedo escapar
Igual, yo me quería quedar
En ese precioso laberinto 

Que hago si no me dejas de mirar
Con esos negros embrujados
Ya no puedo ni respirar

Y ahora extasiado
Ya no dejo de soñar
Porque de ti me he enamorado 

Sólo un minuto más

Ya te vas?
Quédate sólo un minuto más 
Quiero volverte a mirar
En silencio, admirarte toda
Tu bello rostro
Tu espectacular cuerpo 
Tus hermosos cabellos
Tus delicadas manos
Y tus ojos negros
Ay! No tengo remedio 
Estoy enfermo
Me perdí en ellos

Ya sé, te vas, 
No hay marcha atrás 
Ni siquiera una despedida 
Ni siquiera un "hasta pronto"
Pues es un "hasta nunca"
Porque nunca volverás 
Por qué sucedió así?
Vaya necio, yo lo sabía!
Nunca me debí enamorar de ti
Amor prohibido, amor fatal
Yo ya sabía, desde el principio 
Que iba a terminar mal
Muy mal

Pero, era inevitable 
Te vi, y ya estaba perdido
Enfermé de ti 
Sanaré? Quién sabe, quizá 
Pero ahora, en este minuto final
Quiero que sepas
Que si te encontrará de nuevo
Igual, me volvería a enamorar 
Una y mil veces más!

Ay, corazón mío 
Por qué tenemos que sufrir tanto?
Cuánto me gustaría no saber amar 
Sería la única manera
De parar de sufrir, quizá dejar de vivir
Qué más da, eso nunca sucederá 

Te fuiste, te vas
Yo seguiré acá 
En silencio, con mis lágrimas ahogadas
Con mis suspiros atrapados
Con mis sueños negados
Con toda la seguridad que
Te amaré por toda esta eternidad 
Y quizá más, mucho más....

domingo, 12 de mayo de 2024

Bailas conmigo?

 Es un fin de semana cualquiera, de esos tan aburridos en mi ya hastiada existencia. Los amigos han organizado una fiesta, a la cual, para variar, no pienso asistir. Me aburren las fiestas. Por estos lares gustan de música estridente, que obviamente está de moda, comidas de media noche y mucha cerveza. Ya no estoy para eso. Yo prefiero la música lenta, un buen vino, y algún bocado frío que acompañe a la bebida, incluso prefiero estar a la luz de las velas. Una buena conversación, una buena compañía, y quizá bailar, pero en pareja, disfrutando de una buena pieza. Este soy yo, y no encajo en las actuales fiestas.

Igual voy. A regañadientes. Es que, irás tú, con las amigas. Quiero verte, en traje de fiesta. Quiero verte disfrutando de una buena compañía. Quizá verte bailar, aunque no sea conmigo. Y quizá disfrutar un pequeño momento, que nos regale el tiempo. Quizá. Quizá.

Pero la fiesta es, para mi mala suerte, más común de lo que quisiera. Música estridente, mucha cerveza, más tragos, mucha bulla, bailes actuales, decadentes. Es la juventud actual, dirían mis abuelos. Vaya que estoy viejo. 

Me uno a los amigos, hacemos bromas de mal gusto, reímos en competencia, a quien hace mas bulla con su risa. Comentarios irreverentes, que festejamos a gritos y golpeando las mesas. Hacemos bulla a los bailarines, hacemos alguna especie de coreografías. Es cierto, no soy mal bailarín, y, en algún momento, me convierto en una especie de "atracción" de la fiesta, por decirlo de alguna manera.

Pero ya no soy joven, y me canso rápidamente. Así que, poco a poco, vuelvo a mi rincón, cojo mi vaso de cerveza caliente, la bebo a tragos cortos y de mala gana y, en silencio, vuelo en mis sueños de poeta. Por momentos te busco con la mirada, de manera discreta. No bailas, no te gusta, es lo que dices. Y, cuando hay que hacerlo en grupo, a modo de coreografía, te sientes indispuesta, o lo haces de mala gana, hasta con indiferencia.

Qué perdida de tiempo es esta?! Pienso para mis adentros, cojo mi casaca, me levanto de la mesa, me despido de los de al lado, y raudo me dirijo hacia la puerta. 

En eso, descubro que me miras, con esa tu mirada que pareciera que me reta. "Ya se va?" preguntas, me dejas sin palabras, tratando de articular una explicación a modo de respuesta, como si fuera necesaria, pero no digo nada. Te acercas, mirándome como con curiosidad, como si quisieras entender lo que está pasando por mi cabeza, y, de manera irreverente y directa me preguntas "Bailas conmigo?"

No recuerdo mucho más de todo lo que pasó. Sólo sé que bailamos como si fuera un vals una música cualquiera. Los demás ni se dieron cuenta, ya estaban ebrios, todos preocupados por sus discusiones, por sus risas, sus comentarios, sus bailes en coreografía. Nosotros, éramos una pareja que bailaba un vals en algún lugar cercano a la puerta.

Sonreías. Pude tomarte de la cintura, pude sentir tus manos, pude sentir tus cabellos, me sentía en el cielo, sentía que volaba, que era un ángel quien estaba a mi lado, bailando conmigo una música celestial, en las nubes, en las estrellas, en los sueños de un poeta.

"Quiero irme, me dijiste, ya se acabó esta fiesta"

Salimos en silencio, sin que nadie se percatara de nuestra ausencia. Ya en la calle, iba a pedir un taxi, cuando me dijiste que vivías relativamente cerca, y que te gustaría caminar, si es que no era mucha molestia.

Nos perdimos en la oscuridad de las calles, tomados de la mano. Reías, recordando nuestro baile, haciendo muecas burlonas de la forma en que me movía, de mi fingida gravedad y mis poses de caballero, de mi falta de agilidad y de mi torpeza al tomar tu cintura y de muchas cosas mas, reías. 

Te dejé en tu puerta. Solo un beso en la mejilla, más nada, ya te estaban esperando, y me dijiste adiós con las manos, sin mediar más palabras. Y me fui caminando, por la acera. El tramo hasta mi casa es bastante largo, pero lo hice sin casi darme cuenta. Iba sonriendo, aun escuchando tus palabras, aún con el sabor de tu mejilla en mis labios, con el calor de tu piel en mis manos, el aroma de tu cabello en todo mi cuerpo y siempre mirándome, siempre conmigo, tus espectaculares y lindos ojos negros, que me embrujaban aún mas cuando, coqueta, preguntaste: "Bailas conmigo?"