miércoles, 8 de febrero de 2017

Poema de Carlos Armijo Mi presa y mis rivales

Se me abre un lujurioso... y excitante deseo morboso
Al ver ese cuello tan... tierno y pechos deliciosos
Los latidos en sus venas... de sus varicosas piernas
Y enterrar ya quisiera... mi lengua en medio de ellas...

Succionar poco a poco... cerca al monte de venus
Que me tiene loco e... y hasta disfruto sus vellos.
Si no fuera por ese antiguo... y espantoso tatuaje gotico
Ya la habria hecho suya este... servidor, el vampiro erótico.

Espero no aparezca la... condenada de su vieja
Con su tan terrible y... apestosa enmarañada melena
El hombre lobo con toda... su pelambre a ella no se asemeja (es mas lindo)
No respeta a vampiros ni a... nadie que acercarse se atreva (y nadie se acerca)

Con toda mi sabiduria y... mis canas a cuestas
No puedo controlar tanta... emoción del que está entre mis piernas
En él no existe una pizca de... nobleza,  menos de decencia
Pobrecito él y toda su... insolencia. Solo busca complacencia.

Si otro vampiro hiciera acto... de solidaridad y se llevara a la vieja
Pelarle los colmillos y molestia... no sintiera, aunque quisiera.
No acepto invitados en mi privada... y lujuriosa fiesta
Yo la vi primero y eso siempre... mi amigo recuerda.

Si fuera Frankesnstein el que... con mi suegra coger quisiera
Con su figura tan alta y... ya se imaginan su bragueta
Lo amarraria con cuerdas y... junto a la horrible bruja fea
Y en lo profundo del mar... los pondría o bajo tierra.

Y si el desubicado fuera la vieja... momia azteca
Y se atreviera solo a mirar mi... bella desnuda princesa
Con esos vendajes como... tirantes lo colgaria de la jeta
Los habría enviado al fondo de la... tierra, si ella lo acepta.

Ya va siendo que tome una... pausa y cumpla mi misión vampirezca
Menos poemas y mas a...acción, para continuar la sanguinaria fiesta.
Demostrar que no soy solo una... figura erótica, aunque eso parezca
Y dejarla sin sangre de una sola... chupada, y disfrutar de sus carnes hasta que amanezca...

martes, 7 de febrero de 2017

El señor tiempo...

¿A qué vienes necio? Que es lo que hace el in inmutable e inflexible "Señor Tiempo" en mis humildes aposentos?
¡¿Podrías ser mas claro y específico, patán insolente?! No ves que tus lamentables soliloquios me hacen perder el «tiempo»?!

Ahh, era eso... Te cansa mucho llevar tantas almas inmortales en tu agotado lomo... ¡¿Y crees realmente que eso me importa?!
No patán infeliz. No me importa un miserable bledo. Tendrás que llevarlas mientras dure este juego...
Y ahora...  ¡Largo!!!

No olvides que te he acunado cuando eras pequeño e insignificante y que también he cerrado tus ojos al final de todo este juego. No tienes ningún poder sobre Maximum Vampyrus, pues yo puedo volar a través de ti en la dirección que me plazca y nacer y morir si ese es mi antojo. Y tampoco olvides que conozco a tus padres y abuelos, hermanos, tíos y primos, todos como tú superfluos, vanidosos y miserables. Y si es mi voluntad, puedo hacer que tu camino acabe en este preciso momento.

Esto que te ahoga son mis garras en tu cuello. ¿Te creías inmune? Pobre necio... Has de saber que también espera por ti el barquero, y como todos morirás en este insignificante universo...

¿Que por qué te detesto? Vaya pregunta vana... Pues por la simple razón que no he podido revivir aquel magnifico momento, en que por vez primera me entregué a mi ama y señora, la Princesa del Averno...

Ahora respira profundamente, recupera el aliento. No morirás hoy, pues hoy ese es mi deseo. Cargaras mas almas inmortales, por la osadía de presentarte en mis aposentos...

Y ahora largo, y no hagas que me enfurezca de nuevo...

Vampimax el sabio

Después de aquel terrible encuentro con las hadas y el banquete sangriento
Vampimax se dedicó de lleno, a leer enciclopedias y libros completos.
Se dedicó a componer muchos versos, y tambien historias fábulas y cuentos
Pero sobre todo gustaba el murciélago, cuando a él otros venian por sabio consejo.

"Vampimax, cómo me corto el pelo?" "Vampimax, que hago para bajar de peso?"
"Vampimax, me escribes un poema?" "Vampimax, dime como puedo solucionar esto?"
Y así de a pocos el murciélago, se creyó ser un gran y sabio consejero.
"Para ser vampiro hay  que ser sabio" se decia, y regalaba muchos y variados consejos.

Hasta que llegó aquel memorable día, en que a él vinieron vecinos y amigos.
"Hay un problema -le decían- sobre como distribuir los frutos del árbol de higos"
El mencionado gran aŕbol estaba, plantado entre su caverna y la de los vecinos
Y por eso todos los murciélagos disputaban, por los mas jugosos y sabrosos frutos escogidos.

Sentado en silencio Vampimax meditaba, "Menudo lío en el que me he metido"
Hasta que de a pocos una historia recordaba, de un gran rey que había existido,
Sabio entre sabios había sido, y de un problema similar con elegancia había salido
Así que, con solemnidad y elocuencia dijo: "Partamos por la mitad la planta de higos!"

A voz en cuello hurras vitorearon, y felices se abrazaron y aplaudieron.
"Eres Vampimax un sabio, eres un genio", muy contentos todos aclamaron.
Lo cargaron en andas y al estrado lo llevaron, para que disfrute del genial festejo,
Y entre todos la higuera cortaron, usando hachas y sierras, y hasta badilejos.

Partida en dos cayó la higuera, las ramas y los higos cayeron al suelo,
Estaban furiosos los murciélagos con esto, pues el suelo estaba lleno de excremento.
Salió disparado Vampimax en rápida huída, mientras los murciélagos lo perseguian.
"Es tu culpa, tú nos aconsejaste esto -le decían- Pagarás caro por tus malos consejos"

Como pudo llego a su minicueva corriendo, y se atrincheró en su almacen de invierno
Es ahí donde guardaba los alimentos, que recogía en todos los tiempos buenos.
Puso candados, trancas y cadenas, cerró todo con llave por dentro.
"No saldré de aquí mientras viva -se decía- O hasta que se calmen los furiosos murciélagos".

Así pasaron muchos largos días, semanas y hasta meses se sucedieron
Vampimax de su cueva no salía, pero ya se estaban acabando los alimentos.
"Amigo sal de tu cueva y no temas -alegres le decían sus amigos contentos-
Ya no estamos contigo molestos, además deberías de ver en persona esto"

"Saldré" Dijo Vampimax con valentía, pero lo cierto es que estaba hambriento
Hace buen tiempo se había acabado la comida, y a punto estaba de comer excremento.
Al salir de la cueva vio con alegría, que en el lugar donde estaba el viejo árbol de higos
Muchos jóvenes verdes arbustos crecían, Y ya algunos tenían deliciosos frutos regios.

"Soy un escogido" Se decía Vampimax para sus adentros mientras sonreía,
"Estaba escrito, seré vampiro, no cabe duda que soy sabio y casi un genio,
Y no está lejos aquel maravilloso día, en que este vampiro genial alce vuelo
El conde Maximum Vampyrus ha vuelto, y dentro de poco saldrá a cazar cuellos..."

Compartir

— ¿Gustas de compartir lo tuyo, poeta?

Insinuante y coqueta me interrogas, mientras caminamos por la acera solitaria, tomados de la mano, bajo la luz de la luna y las estrellas, y la suave brisa marina, juguetea con tu frondosa cabellera.

Compartir, palabra poderosa, que en si misma encierra un mensaje de amor y de cordialidad, de compañerismo y humildad. Tantas historias, tantos ejemplos, tantos relatos. Amar es compartir, amar es entregarse. Tantas veces lo he oído, tantas veces me lo han repetido.

Miro mi propia historia y encuentro que he compartido con muchos de los que me rodean penas y alegrías, éxitos y fracasos. Mi vida está plagada de los permanentes vaivenes que, cual olas eternas, marcan los eternos espirales del camino que solemos conocer como vida. 

Pero como siempre, encuentro que dentro de todo, he sido bendecido con mucho amor en mi camino, y si algo bueno he compartido, ha sido ese maravilloso sentimiento con todos aquellos con quienes he podido hacerlo.

— Poeta? Hola poeta... Estas ahí?

 El roce de tus cálidas manos sobre mi rostro me sacan del letargo, y, como siempre, hacen que sonría.

— Me dejas hablando sola, poeta, mientras viajas en tus nubes de quimera hacia las estrellas. Alguna vez me llevarás contigo a conocerlas?

Me dices esto mientras me miras con aire de inocencia, y tu melodiosa y suave voz hace que pierda la cabeza. 
Sin previo aviso, te atraigo hacia mí y beso tus ardientes y apasionados labios, mientras mis manos juguetean con tu cabello. Mi corazón desbocado intenta escapar de mi pecho, y el niño que llevo dentro, ríe feliz y contento.

 Luego del apasionado y tierno beso, nos mantenemos abrazados por un momento, extasiados y presos por la dicha y felicidad que nos envuelve en sus protectoras alas y en su aura de encantamiento.

No hay nada más que decir. Nos miramos sonrientes, y, cual niños pequeños, cantamos tomados de la mano mientras seguimos nuestro camino por la vereda solitaria, sintiéndonos felices por todo el amor que compartimos, por todos los sueños que son nuestros, y por poder llegar a las estrellas, en un apasionado beso...

domingo, 5 de febrero de 2017

Diálogos con... La muerte

Como osas presentarte de esa manera en mis aposentos?
Has olvidado acaso que no te debo nada, y que, al contrario, debes estar agradecida por todas la almas que has recibido?
Un pergamino? El barquero?
Veamos... Que se siente ofendido al transportar despojos humanos y no almas completas al averno?
Esto es intolerable! Largo!
Fuera de mi vista, miserable esperpento!
Ni tú ni nadie pueden siquiera osar insinuarme lo que deba hacer... Ni en sus más osados sueños!
Soy Maximum Vampyrus, el único señor de todo este banal y miserable universo. He puesto de rodillas ante mi a dioses y demonios... Y tú eres solamente un miserable espectro que junto al engreido ese que se hace llamar "señor tiempo" gustan de jugar con la vida de los humanos y sus deseos...
Pero... Espera un momento. Quizá, solamente quizá, en algún instante, he de necesitar los servicios tuyos y los del barquero. Pero aun no. Asi que ahora...
Largo! Y dile al miserable del barquero que se conforme con lo que le envío, a no ser que quiera sentir mis garras en su cuello...

sábado, 4 de febrero de 2017

Fiesta de primavera

Era un día normal en la escuela que se encontraba en la mitad de la aldea, ubicada a su vez en la mitad del bosque de un lejano país de maravillas.
En esta pequeña mágica aldea vivían muchos insectos. Eran todos amigos con excepción de las avispas. Y es que las avispas, mis amigos lectores, suelen ser muy abusivas. Gustan de maltratar a los mas pequeños y de robar la comida de otros.
Pero de esto no trata la historia. Este pequeño cuento se inició en la escuela, donde los niños insectos aprendían a leer y escribir y todas las demás cosas que debería de saber un insecto adulto.
La maestra Juana, la araña, estaba haciendo una pequeña encuesta. Y es que se acercaba la primavera y era costumbre en la aldea celebrar este acontecimiento de singular manera.
Ya antes habían hecho ferias, competencias y concursos de cantos, también concursos de potajes y muchas veces hubieron juegos florales, donde se declamaba mucha bella poesía.
- Hagamos un concurso de dulces. Dijo Alejandra la pequeña abeja.
- Mejor que sea un concurso de saltos. Dijo Fernando el saltamontes.
- Y si en ésta ocasión hacemos un concurso de fuerza? Dijo Pedro el escarabajo con firmeza.
- Mejor repitamos el concurso de música y canto. Dijo Enrique el grillo violinista con displicencia. Y es que ya había ganado varios de estos concursos (realmente todos) y mostraba sus trofeos ganados muy ufano.
- Propongo un concurso de baile! A viva voz dijo Ira, la pequeña hormiga que hubo de subirse a su silla. Ya hemos tenido muchos concursos de todo tipo, pero nunca hemos bailado entre amigos...
Aplaudieron todos de pie esta gran propuesta. Y el mas entusiasta de todos era Eric, el ciempiés, que aplaudía muy feliz y contento. Y es que deben saber nuestros lectores, que Eric estaba enamorado de Ira en secreto. Soñaba con aquel mágico momento, donde tomados de las manos bailaran bajo la luz de la luna y las estrellas, y donde pudiese confesar a Ira sus sentimientos. Eran buenos amigos Ira y Eric. Pero el pequeño ciempiés quería ser mas que eso ya por mucho tiempo.
- No se diga mas -dijo Juana la araña, la seria maestra- haremos un concurso de baile y luego una gran fiesta. Así recibiremos felices bailando a la hermosa Primavera que ya se está acercando.
Todos aplaudieron y de felicidad mil hurras vitorearon. Alegres se fueron a casa, a preparase para la genial fiesta. Desempolvaron vestidos y trajes, sombreros y zapatos, corbatas y guantes, chalecos y pañuelos.
Eric entusiasmado lustraba sus cien zapatos. Estaban un poco viejos y gastados, pero usando pasta les sacaría mucho brillo. También tenía una corbatita michi y un sombrero de Copa para completar su atuendo.
Estaba tan ocupado lustrando Eric todos sus zapatos, y hacia con tanto empeño este difícil y largo trabajo, que quedó muy agotado por no haber poder dormido, ya que toda la noche se ha desvelado, lustrando con pasta y sacando brillo a sus cien zapatos. Y es que deben recordar queridos amigos lectores, que los ciempiés tienen cien pies y solamente dos manos.
Así que se quedó dormido, nuestro buen amigo Eric el ciempiés en su cama. Se levantó muy tarde el día domingo, cuando ya toda la gente almorzaba.
- La fiesta es hoy en la tarde! Todos comentaban contentos.
- Preparaste tus zapatos rojos? Se preguntaban unos a otros.
- Cómo es eso de zapatos rojos? Preguntó Eric intrigado.
- Dieron el aviso en la mañana, que todos deben usar zapatos rojos para esta fiesta de primavera, para alegrar la temporada.
Eric quedó perplejo. Sus zapatos eran negros. Brillantes y relucientes, parecían zapatos nuevos. Vio con gran asombro que todos tenían zapatos rojos, padres hermanos tías y tíos, y hasta rojos eran los zapatos del abuelo.
- Mis zapatos no son rojos, son negros. Y ahora que hago?
Con tristeza y a punto del llanto preguntó Eric. Pero su papá dijo en el acto:
- No te preocupes hijo mío, iremos a la tienda de zapatos de Margarita la mariquita y te compraremos los cien zapatos necesarios. Vamos ya que no tenemos mucho tiempo.
Y así con toda la familia en pleno, llegaron a la tienda de Margarita casi corriendo. Sudando y jadeando, casi sin nada de aliento. Margarita estaba cerrando, había tenido un día ajetreado, casi toda la aldea la había visitado y mil pares de zapatos había despachado.
- No cierre por favor señorita -dijo a las justas el papá de Eric- necesitamos unos cuantos pares de zapatos rojos para mi hijo.
- Zapatos rojos? Ya no me quedan de ese color. Se los llevaron todos.
- Todos? Replicó Eric compungido.
- Si señor, se los llevaron todos y ahora, con permisito, debo cerrar porque hoy fue un día muy ajetreado. Hasta luego.
Y sin decir más, Margarita la mariquita cerró con estruendo las puertas de su tienda. Y colgó feliz el letrero de "cerrado" y se fue cantando.
Con mucha tristeza regresaba Eric con toda su familia a la casa. El pobre iba llorando, gimiendo y suspirando. No había consuelo para el pobre Eric, sin zapatos rojos no podría asistir a la fiesta.
- Hola Eric, por qué tan triste? Era Ira la hormiga que, de la mano de su mamá, regresaba de la peluquería.
- Hola Ira, buenas tardes señora. No podré ir hoy a la fiesta...
- Por que? Preguntó con asombro Ira.
- Es que no tengo zapatos rojos... Y se puso a llorar Eric sin poder contener su tristeza.
- Tranquilo Eric, se nos ocurrirá algo. Dijo Alejandra la abeja, que también regresaba con su mamá de la peluquería.
- No hay nada que hacer, no podré ir a la fiesta. Mis zapatos son negros y entrar con ellos no me permitirían...
Y así estaban todos muy tristes y apenados, pensando como poder ayudar al pobre muchacho. Hasta que Ira de un momento dijo en voz alta:
- Quizá podrían fabricarle los zapatos, en la gran fabrica de las hormigas. Papá allí es el jefe, le pediré que lo haga de inmediato!
Emocionada estaba Ira y sonreía y reía. Pero su mamá le dijo muy bajito al oído, como para que solamente ella le escuche:
- Hay un pequeño problema hijita. Es cierto que pueden hacer los zapatos en la fábrica y muy rápido, y también que todos los obreros estarán dispuestos a colaborar con esto, pero... Se agotan rápido y necesitan mucho alimento. Y lamentablemente hay poca comida en la fabrica en estos momentos...
Estaba Ira algo compungida, y con tristeza abrazaba al amigo. En eso Alejandra la abeja le dijo pensativa:
- Y no podrían comer miel las hormigas?
- Claro que si -dijo la mamá de Ira relamiéndose- No hay mejor manjar predilecto que la miel de abejas para cualquier insecto...
- Mamá, podrías? Dijo Alejandra a su mamá haciendo un puchero. La mamá abeja sonriendo, hizo un afirmativo y real gesto. Deben saber nuestros amigos, que ella era la reina madre de la colmena, y que habían tenido una muy buena producción en esta temporada.
Un gran abrazo todos se dieron. Agradecieron a las abejas y a las hormigas por el enorme gesto de ayuda. Eric tuvo sus cien zapatos rojos a tiempo, y pudo asistir al baile con sus amigos y disfrutar de una tarde de baile, diversión y alegría.
Obviamente fueron pareja de baile con Ira la hormiga. Participaron en el concurso, pero no llegaron ni a la segunda etapa. Igual todos disfrutaron del genial zapateo de Eric. Y a todos les divirtió la fiesta plenamente.
FIN.
Nota: Eric no le dijo nada a Ira de sus sentimientos. Eso sucedió mucho después, pero ese es ya otro cuento...

viernes, 3 de febrero de 2017

Si yo pudiera

Si yo pudiera viajar en el tiempo y re encontrarme con mis seres queridos, sobre todos con aquellos, que hace años han ya partido, pues no perdería un segundo siquiera y les diría lo mucho que los sigo queriendo y que por mas años que pasen y me haga mas viejo seguiran vivos en mis pensamientos...

Pero, ay no puedo...

Si yo pudiera regresar al hogar que me cobijaba cuando pequeño y donde compartía con mis padres y hermanos las pequeñas cosas que nos hacian felices, pues disfrutaría cada momento y cada instante de lo vivido, respiraria el aire puro sabiendo que esto sera por no mucho tiempo, y me entregaria en alma y cuerpo a disfrutar de todos esos bellos y hermosos recuerdos...

Pero, ay no puedo...

Si yo pudiera vivir de nuevo, toda mi historia que he vivido, disfrutaría con cada beso, cada caricia y cada abrazo, me perdonaría por cada mal paso, apenas esto haya ocurrido, y dedicaría mucho mas tiempo a mi familia y a mis amigo. También leería muchos mas libros y saborearia de la vida en pleno, sonreiria en cada momento y reiria a voz en cuello...

Pero, ay no puedo...

Si yo pudiera viajar al futuro y ver cómo les ira a mis hijos y nietos, saber como influirán mis errores en ellos y cuales serán mis aciertos, pues cambiaría muchas cosas ahora y les daría mejores cosas para que puedan evitarse penas, tristezas y sufrimientos...

Pero, ay no puedo...

Si yo pudiera evitar las guerras, erradicar el hambre y la pobreza, haria que el mundo nunca mas padezca de tantas calamidades ni miserias. Haría que fuese un mundo nuevo, donde todos se respeten y quieran, donde cuidemos a los niños y a los viejos, y sobre todo cuidemos de nuestro planeta...

Pero, ay no puedo...

Si yo pudiera evitar los lamentos, quitando de mi las penas y sufrimientos. Si tan solo pudiera evitar escribir esto y evitar a todos el amargo momento, pues con eso seria feliz y viviría feliz y contento.

Pero, ay no puedo...

Ni siquiera puedo viajar al momento en que inicié a escribir todo esto. Menos aún hacer mucho no puedo cambiar las causas de estos lamentos...

Pero si puedo escribir esto, es porque tengo la forma de hacerlo: mis dos manos, mis ojos, mis dedos y sobre todo tengo mi cerebro.
Tengo aún la capacidad de pensar y juzgar criticamente mis pensamientos. Y aún puedo a plenitud diafrutar de mis sentimientos...

Y es que...

Estoy sano y tengo completo mi cuerpo, que no será tan bello pero es para mí perfecto.
Tengo aún trabajando a mi cerebro, y sigo día a día desarrollando mi intelecto.
Tengo un buen trabajo y puedo con eso, vivir con comodidad e incluso ayudar a quienes tuvieron menos suerte.
Tengo una gran familia, mis hijos bellos. Tengo a mi musa amada y amigos buenos.
Para vivir tengo un techo. Y tengo de mascota a un genial sabueso.
Y hoy me he levantado y me han abrazado. Y antes de partir he recibido muchos besos...
Tengo mi libertad para hacer lo que quiero. De las cadenas nos libraron padres y abuelos.
Tengo muchos proyectos, también muchos sueños. Y hoy daré un paso mas para estar mas cerca a ellos.

Hay muchas cosas que quisiera cambiar, pero no puedo...
Por eso he decidido plenamente diafrutar de este momento.
Soy un bastardo afortunado, lo sé, así lo siento... Porque tengo mucho amor para mí, y puedo compartir ese amor con el mundo entero.