martes, 7 de febrero de 2017

Compartir

— ¿Gustas de compartir lo tuyo, poeta?

Insinuante y coqueta me interrogas, mientras caminamos por la acera solitaria, tomados de la mano, bajo la luz de la luna y las estrellas, y la suave brisa marina, juguetea con tu frondosa cabellera.

Compartir, palabra poderosa, que en si misma encierra un mensaje de amor y de cordialidad, de compañerismo y humildad. Tantas historias, tantos ejemplos, tantos relatos. Amar es compartir, amar es entregarse. Tantas veces lo he oído, tantas veces me lo han repetido.

Miro mi propia historia y encuentro que he compartido con muchos de los que me rodean penas y alegrías, éxitos y fracasos. Mi vida está plagada de los permanentes vaivenes que, cual olas eternas, marcan los eternos espirales del camino que solemos conocer como vida. 

Pero como siempre, encuentro que dentro de todo, he sido bendecido con mucho amor en mi camino, y si algo bueno he compartido, ha sido ese maravilloso sentimiento con todos aquellos con quienes he podido hacerlo.

— Poeta? Hola poeta... Estas ahí?

 El roce de tus cálidas manos sobre mi rostro me sacan del letargo, y, como siempre, hacen que sonría.

— Me dejas hablando sola, poeta, mientras viajas en tus nubes de quimera hacia las estrellas. Alguna vez me llevarás contigo a conocerlas?

Me dices esto mientras me miras con aire de inocencia, y tu melodiosa y suave voz hace que pierda la cabeza. 
Sin previo aviso, te atraigo hacia mí y beso tus ardientes y apasionados labios, mientras mis manos juguetean con tu cabello. Mi corazón desbocado intenta escapar de mi pecho, y el niño que llevo dentro, ríe feliz y contento.

 Luego del apasionado y tierno beso, nos mantenemos abrazados por un momento, extasiados y presos por la dicha y felicidad que nos envuelve en sus protectoras alas y en su aura de encantamiento.

No hay nada más que decir. Nos miramos sonrientes, y, cual niños pequeños, cantamos tomados de la mano mientras seguimos nuestro camino por la vereda solitaria, sintiéndonos felices por todo el amor que compartimos, por todos los sueños que son nuestros, y por poder llegar a las estrellas, en un apasionado beso...

domingo, 5 de febrero de 2017

Diálogos con... La muerte

Como osas presentarte de esa manera en mis aposentos?
Has olvidado acaso que no te debo nada, y que, al contrario, debes estar agradecida por todas la almas que has recibido?
Un pergamino? El barquero?
Veamos... Que se siente ofendido al transportar despojos humanos y no almas completas al averno?
Esto es intolerable! Largo!
Fuera de mi vista, miserable esperpento!
Ni tú ni nadie pueden siquiera osar insinuarme lo que deba hacer... Ni en sus más osados sueños!
Soy Maximum Vampyrus, el único señor de todo este banal y miserable universo. He puesto de rodillas ante mi a dioses y demonios... Y tú eres solamente un miserable espectro que junto al engreido ese que se hace llamar "señor tiempo" gustan de jugar con la vida de los humanos y sus deseos...
Pero... Espera un momento. Quizá, solamente quizá, en algún instante, he de necesitar los servicios tuyos y los del barquero. Pero aun no. Asi que ahora...
Largo! Y dile al miserable del barquero que se conforme con lo que le envío, a no ser que quiera sentir mis garras en su cuello...

sábado, 4 de febrero de 2017

Fiesta de primavera

Era un día normal en la escuela que se encontraba en la mitad de la aldea, ubicada a su vez en la mitad del bosque de un lejano país de maravillas.
En esta pequeña mágica aldea vivían muchos insectos. Eran todos amigos con excepción de las avispas. Y es que las avispas, mis amigos lectores, suelen ser muy abusivas. Gustan de maltratar a los mas pequeños y de robar la comida de otros.
Pero de esto no trata la historia. Este pequeño cuento se inició en la escuela, donde los niños insectos aprendían a leer y escribir y todas las demás cosas que debería de saber un insecto adulto.
La maestra Juana, la araña, estaba haciendo una pequeña encuesta. Y es que se acercaba la primavera y era costumbre en la aldea celebrar este acontecimiento de singular manera.
Ya antes habían hecho ferias, competencias y concursos de cantos, también concursos de potajes y muchas veces hubieron juegos florales, donde se declamaba mucha bella poesía.
- Hagamos un concurso de dulces. Dijo Alejandra la pequeña abeja.
- Mejor que sea un concurso de saltos. Dijo Fernando el saltamontes.
- Y si en ésta ocasión hacemos un concurso de fuerza? Dijo Pedro el escarabajo con firmeza.
- Mejor repitamos el concurso de música y canto. Dijo Enrique el grillo violinista con displicencia. Y es que ya había ganado varios de estos concursos (realmente todos) y mostraba sus trofeos ganados muy ufano.
- Propongo un concurso de baile! A viva voz dijo Ira, la pequeña hormiga que hubo de subirse a su silla. Ya hemos tenido muchos concursos de todo tipo, pero nunca hemos bailado entre amigos...
Aplaudieron todos de pie esta gran propuesta. Y el mas entusiasta de todos era Eric, el ciempiés, que aplaudía muy feliz y contento. Y es que deben saber nuestros lectores, que Eric estaba enamorado de Ira en secreto. Soñaba con aquel mágico momento, donde tomados de las manos bailaran bajo la luz de la luna y las estrellas, y donde pudiese confesar a Ira sus sentimientos. Eran buenos amigos Ira y Eric. Pero el pequeño ciempiés quería ser mas que eso ya por mucho tiempo.
- No se diga mas -dijo Juana la araña, la seria maestra- haremos un concurso de baile y luego una gran fiesta. Así recibiremos felices bailando a la hermosa Primavera que ya se está acercando.
Todos aplaudieron y de felicidad mil hurras vitorearon. Alegres se fueron a casa, a preparase para la genial fiesta. Desempolvaron vestidos y trajes, sombreros y zapatos, corbatas y guantes, chalecos y pañuelos.
Eric entusiasmado lustraba sus cien zapatos. Estaban un poco viejos y gastados, pero usando pasta les sacaría mucho brillo. También tenía una corbatita michi y un sombrero de Copa para completar su atuendo.
Estaba tan ocupado lustrando Eric todos sus zapatos, y hacia con tanto empeño este difícil y largo trabajo, que quedó muy agotado por no haber poder dormido, ya que toda la noche se ha desvelado, lustrando con pasta y sacando brillo a sus cien zapatos. Y es que deben recordar queridos amigos lectores, que los ciempiés tienen cien pies y solamente dos manos.
Así que se quedó dormido, nuestro buen amigo Eric el ciempiés en su cama. Se levantó muy tarde el día domingo, cuando ya toda la gente almorzaba.
- La fiesta es hoy en la tarde! Todos comentaban contentos.
- Preparaste tus zapatos rojos? Se preguntaban unos a otros.
- Cómo es eso de zapatos rojos? Preguntó Eric intrigado.
- Dieron el aviso en la mañana, que todos deben usar zapatos rojos para esta fiesta de primavera, para alegrar la temporada.
Eric quedó perplejo. Sus zapatos eran negros. Brillantes y relucientes, parecían zapatos nuevos. Vio con gran asombro que todos tenían zapatos rojos, padres hermanos tías y tíos, y hasta rojos eran los zapatos del abuelo.
- Mis zapatos no son rojos, son negros. Y ahora que hago?
Con tristeza y a punto del llanto preguntó Eric. Pero su papá dijo en el acto:
- No te preocupes hijo mío, iremos a la tienda de zapatos de Margarita la mariquita y te compraremos los cien zapatos necesarios. Vamos ya que no tenemos mucho tiempo.
Y así con toda la familia en pleno, llegaron a la tienda de Margarita casi corriendo. Sudando y jadeando, casi sin nada de aliento. Margarita estaba cerrando, había tenido un día ajetreado, casi toda la aldea la había visitado y mil pares de zapatos había despachado.
- No cierre por favor señorita -dijo a las justas el papá de Eric- necesitamos unos cuantos pares de zapatos rojos para mi hijo.
- Zapatos rojos? Ya no me quedan de ese color. Se los llevaron todos.
- Todos? Replicó Eric compungido.
- Si señor, se los llevaron todos y ahora, con permisito, debo cerrar porque hoy fue un día muy ajetreado. Hasta luego.
Y sin decir más, Margarita la mariquita cerró con estruendo las puertas de su tienda. Y colgó feliz el letrero de "cerrado" y se fue cantando.
Con mucha tristeza regresaba Eric con toda su familia a la casa. El pobre iba llorando, gimiendo y suspirando. No había consuelo para el pobre Eric, sin zapatos rojos no podría asistir a la fiesta.
- Hola Eric, por qué tan triste? Era Ira la hormiga que, de la mano de su mamá, regresaba de la peluquería.
- Hola Ira, buenas tardes señora. No podré ir hoy a la fiesta...
- Por que? Preguntó con asombro Ira.
- Es que no tengo zapatos rojos... Y se puso a llorar Eric sin poder contener su tristeza.
- Tranquilo Eric, se nos ocurrirá algo. Dijo Alejandra la abeja, que también regresaba con su mamá de la peluquería.
- No hay nada que hacer, no podré ir a la fiesta. Mis zapatos son negros y entrar con ellos no me permitirían...
Y así estaban todos muy tristes y apenados, pensando como poder ayudar al pobre muchacho. Hasta que Ira de un momento dijo en voz alta:
- Quizá podrían fabricarle los zapatos, en la gran fabrica de las hormigas. Papá allí es el jefe, le pediré que lo haga de inmediato!
Emocionada estaba Ira y sonreía y reía. Pero su mamá le dijo muy bajito al oído, como para que solamente ella le escuche:
- Hay un pequeño problema hijita. Es cierto que pueden hacer los zapatos en la fábrica y muy rápido, y también que todos los obreros estarán dispuestos a colaborar con esto, pero... Se agotan rápido y necesitan mucho alimento. Y lamentablemente hay poca comida en la fabrica en estos momentos...
Estaba Ira algo compungida, y con tristeza abrazaba al amigo. En eso Alejandra la abeja le dijo pensativa:
- Y no podrían comer miel las hormigas?
- Claro que si -dijo la mamá de Ira relamiéndose- No hay mejor manjar predilecto que la miel de abejas para cualquier insecto...
- Mamá, podrías? Dijo Alejandra a su mamá haciendo un puchero. La mamá abeja sonriendo, hizo un afirmativo y real gesto. Deben saber nuestros amigos, que ella era la reina madre de la colmena, y que habían tenido una muy buena producción en esta temporada.
Un gran abrazo todos se dieron. Agradecieron a las abejas y a las hormigas por el enorme gesto de ayuda. Eric tuvo sus cien zapatos rojos a tiempo, y pudo asistir al baile con sus amigos y disfrutar de una tarde de baile, diversión y alegría.
Obviamente fueron pareja de baile con Ira la hormiga. Participaron en el concurso, pero no llegaron ni a la segunda etapa. Igual todos disfrutaron del genial zapateo de Eric. Y a todos les divirtió la fiesta plenamente.
FIN.
Nota: Eric no le dijo nada a Ira de sus sentimientos. Eso sucedió mucho después, pero ese es ya otro cuento...

viernes, 3 de febrero de 2017

Si yo pudiera

Si yo pudiera viajar en el tiempo y re encontrarme con mis seres queridos, sobre todos con aquellos, que hace años han ya partido, pues no perdería un segundo siquiera y les diría lo mucho que los sigo queriendo y que por mas años que pasen y me haga mas viejo seguiran vivos en mis pensamientos...

Pero, ay no puedo...

Si yo pudiera regresar al hogar que me cobijaba cuando pequeño y donde compartía con mis padres y hermanos las pequeñas cosas que nos hacian felices, pues disfrutaría cada momento y cada instante de lo vivido, respiraria el aire puro sabiendo que esto sera por no mucho tiempo, y me entregaria en alma y cuerpo a disfrutar de todos esos bellos y hermosos recuerdos...

Pero, ay no puedo...

Si yo pudiera vivir de nuevo, toda mi historia que he vivido, disfrutaría con cada beso, cada caricia y cada abrazo, me perdonaría por cada mal paso, apenas esto haya ocurrido, y dedicaría mucho mas tiempo a mi familia y a mis amigo. También leería muchos mas libros y saborearia de la vida en pleno, sonreiria en cada momento y reiria a voz en cuello...

Pero, ay no puedo...

Si yo pudiera viajar al futuro y ver cómo les ira a mis hijos y nietos, saber como influirán mis errores en ellos y cuales serán mis aciertos, pues cambiaría muchas cosas ahora y les daría mejores cosas para que puedan evitarse penas, tristezas y sufrimientos...

Pero, ay no puedo...

Si yo pudiera evitar las guerras, erradicar el hambre y la pobreza, haria que el mundo nunca mas padezca de tantas calamidades ni miserias. Haría que fuese un mundo nuevo, donde todos se respeten y quieran, donde cuidemos a los niños y a los viejos, y sobre todo cuidemos de nuestro planeta...

Pero, ay no puedo...

Si yo pudiera evitar los lamentos, quitando de mi las penas y sufrimientos. Si tan solo pudiera evitar escribir esto y evitar a todos el amargo momento, pues con eso seria feliz y viviría feliz y contento.

Pero, ay no puedo...

Ni siquiera puedo viajar al momento en que inicié a escribir todo esto. Menos aún hacer mucho no puedo cambiar las causas de estos lamentos...

Pero si puedo escribir esto, es porque tengo la forma de hacerlo: mis dos manos, mis ojos, mis dedos y sobre todo tengo mi cerebro.
Tengo aún la capacidad de pensar y juzgar criticamente mis pensamientos. Y aún puedo a plenitud diafrutar de mis sentimientos...

Y es que...

Estoy sano y tengo completo mi cuerpo, que no será tan bello pero es para mí perfecto.
Tengo aún trabajando a mi cerebro, y sigo día a día desarrollando mi intelecto.
Tengo un buen trabajo y puedo con eso, vivir con comodidad e incluso ayudar a quienes tuvieron menos suerte.
Tengo una gran familia, mis hijos bellos. Tengo a mi musa amada y amigos buenos.
Para vivir tengo un techo. Y tengo de mascota a un genial sabueso.
Y hoy me he levantado y me han abrazado. Y antes de partir he recibido muchos besos...
Tengo mi libertad para hacer lo que quiero. De las cadenas nos libraron padres y abuelos.
Tengo muchos proyectos, también muchos sueños. Y hoy daré un paso mas para estar mas cerca a ellos.

Hay muchas cosas que quisiera cambiar, pero no puedo...
Por eso he decidido plenamente diafrutar de este momento.
Soy un bastardo afortunado, lo sé, así lo siento... Porque tengo mucho amor para mí, y puedo compartir ese amor con el mundo entero.

jueves, 2 de febrero de 2017

Si yo fuera Dios

Si yo fuera Dios, qué haría
para mejorar la vida del mundo entero?
Si yo fuera Dios te diría,
que no es necesario tenerme miedo,
Que eres mi hijo y te amo por eso,
y no te castigaré por tus faltas y yerros,
Y que debes vivir gozando de aquello,
que para ti puse en el mundo entero.

 

Si yo fuera Dios te recordaría
que el único milagro es tu propia vida,
Y no esperes nada que no sea,
producto de tu esfuerzo y tu empeño.
Que no existieron nunca mandamientos
que esclavizaran tu alma y tu cuerpo,
Y solo te pido que no hagas a otros
lo que no quisieras que hagan contigo.

 

Si yo fuera Dios te pediría
que no me busques en libros o templos.
Busca en los mares, bosques, el viento
Y en la sonrisa de un niño pequeño.
Me encontrarás fácilmente en un beso
en un abrazo y una palabra de aliento.
También en los placeres del sexo
pues para eso está diseñado tu cuerpo.

 

Si yo fuera Dios te confesaría
que nunca jamás existió un infierno.
Eres libre de hacer de tu vida un cielo
o crear de ella un padecimiento eterno.
Deja ya de quejarte, deja los lamentos
que heredaste tu vida de padres y abuelos.
No fui yo quien puso a reyes y villanos
Eres quien escoge a sus propios tiranos.

 

¿Quieres hacer algo para cambiar esto?
Pues libérate a ti mismo, ya no seas preso
Y construye a voluntad un mundo nuevo
Que puedas entregar a hijos y nietos.
Tienes en tu poder un maravilloso cuerpo
Y un alma poderosa que tú llamas cerebro.
Cultívalas con cuidado y no seas necio
Que con ellas harás el trayecto entero.

 

¿Qué es la vida un eslabón pasajero?
¿Que tendrás dicha plena y eterna
en el mágico y paradisíaco cielo?
¿Realmente crees en este cuento?
Lo único real y plenamente verdadero
Es que vives en la tierra en este momento
Y si alguna vez hemos de encontrarnos
después de que hayas muerto
Te preguntaré: «Valió la pena haber vivido?
Disfrutaste de todo lo que hubo en tu camino?»

 

Si yo fuera Dios, te recordaría
Que fuimos creados en el mismo momento,
Y que haremos juntos el viaje completo
Y partiremos juntos cuando sea tiempo.
Y que no llevaremos nada material
Pues todo será polvo como al principio.
Solamente quedará un recuerdo
De lo bueno o malo que hayas hecho.

 

Pero... No soy Dios, ni pretendo serlo
Y solo quería dejarte un consejo:
Vive la vida de tal manera
Que cuando tengas a la muerte cerca
No debas arrepentirte de lo no hecho
Y partas tranquilo, por tu vida plena.
Pues te aseguro será verdadero infierno,
de haber desperdiciado tu vida, el arrepentimiento...

martes, 31 de enero de 2017

Vampimax y las Hadas del bosque...

Se recuperó pronto nuestro amigo murciélago
De aquel sanguinario y fatídico encuentro.
Hubo que alimentarse muy bien y a tiempo
Para lograr nuevamente alzar raudo vuelo.

Pero Vampimax quería ser vampiro verdadero,
Así que decidió obtener información al respecto.
Por tal razón solicItó por delivery un teléfono
Para acceder al maravilloso mundo cibernético.

Pasó muchas horas explorando el juguete nuevo,
Dejó de dormir al navegar por días enteros
Se creó un email y una cuenta en facebook,
Y se unió a una comunidad de fanáticos twiteros.

Ahí aprendió que para atraer a victimas incautas
Debería de modificar su perfil y hacerse mas bello
Atractivo y apasionado, más atlético, menos panza
Mucho mas cabello, y quizá hasta un perfil griego.

Vampimax resaltó sus colmillos en su foto,
Atraerá a las amantes de Vampiros, pensó en silencio.
Y cual no sería su sorpresa al ver que con aquello
Hizo que tres hadas hermosas quisieran conocerlo.

Emocionado Vampimax contestó muy atento:
"En noche de luna en el bosque nos encontraremos"
Las hadas dieron rápidamente su consentimiento
Y Vampimax era feliz y saltaba loco de contento.

Se puso una capa oscura, con capucha hasta la barbilla
Y se dirigió al lugar acordado en la noche de la cita.
Llegaron puntuales las Hadas, y eran muy bellas,
E invitaron a Vampimax a reunirse, sin capa, con ellas.

No se sorprendieron al ver que solo tenía tres pelos
Y que la panza estaba a punto de reventar el chaleco.
Amorosas acariciaron su pancita, sus alas, su pelada
Y sin previo aviso, hacia sus colmillos se abalanzaban.


Al acabarse el colmillo, pues el otro era postizo,
Las Hadas se abalanzaron hacia sus pequeñas garras.
Luego del banquete, lo abandonaron a en el piso
El magullado Vampimax con las justas respiraba.

Regresó nuestro amigo arrastrándose a su cueva,
"Terribles seres son las hadas" repetía y gemía.
No en vano hadas de los dientes se llamaban
Aquellas que sus colmillos y sus uñas se comían.

Fue otra vez al dentista, ahora ya no chatea,
Ni manda mensajes en facebook, tampoco twitea.
Pero sigue soñando que llegará el glorioso día
Que Maximum Vampyrus, sea vampiro de antología.

Lucy y Lily

Desde aquel memorable momento
Que marcó nuestro primer encuentro
Millones de veces la tierra ha girado
En derredor del brillante real astro.

Muchas mujeres me han visitado,
A tantas otras he vilmente usado.
Sentado en mi cueva sigo esperando
Que regreses, pero no hay cuando.

En mis sueños has aparecido
Y con presteza me has consolado.
Pero aún así me siento vacío
Y en mis noches de  soledad, te llamo.

Cierro mis ojos, y claramente veo
Tu escultural cuerpo a mi lado.
Siento ese olor único de tu pelo
Y me asaltan las ansías y el deseo.

Tus labios rojos apasionados,
Tus apetecibles senos, tu piel de fuego,
Tus sensuales comillos pequeños
Y esos deliciosos cuernos
Que sobresalen por tu cabello.
Tu contagiante y deliciosa risa
Y tu mirada coqueta e incisiva
Tu voz melodiosa cual suave brisa
Y tus palabras insinuantes
De amorosa y pasional Princesa.

"Abre los ojos, acá me tienes,
Estoy contigo, mi buen Poeta"
¿Será cierto lo que a mis oídos suenan,
o será solamente mi mente que juega?
Dudando y temeroso abro los ojos,
Y me encuentro con tamaña sorpresa.

Sonriendo como siempre
Insinuante y coqueta
Dueña del universo todo
Me tiendes la mano
Y te acercas.

"Hola poeta, ¿me has extrañado?"
Caigo extasiado en tus brazos
Y me entrego al placer de tus labios
Tus manos, tu piel, tus aromas
y todas las infinitas pasiones
Que solamente en ti he encontrado.

Apenas he logrado tomar un respiro
Y nuevamente me entrego al deseo.
Pero con el rabillo del ojo he notado
Que no estamos solos, hay alguien más,
Quien con curiosidad nos mira
Y sonríe con infinita complacencia.

Es casi tan bella como Tú, mi princesa
Aunque no tiene tu roja cabellera,
Pues es dorada de pies a cabeza
Y la mirada de raro azúl turquesa....

Ríes. Con una sonora carcajada,
Y te pones a su lado y la abrazas.
"Ella es Lucy, me dices, es mi hermana,
Mi amante, mi novia, mi eterna compañera.
Es la encargada de dar castigo a las almas
Que para su desgracia caigan en sus garras"

Al notar mi cara de asombro, sonríes
Y me aclaras que Lucifer es lo que desea
Macho o hembra como a ti te parezca,
Y que vino contigo a conocer al poeta
Que se había entregado a voluntad
A la reina de las tinieblas,
A Lilith, madre de vampiros, tu Princesa.

Hola Lucy, un placer tenerte en mi cueva.
Hola poeta, veremos de que está hecho
El cuerpo y alma del que tanto ha intrigado
A mi única y singular, hermosa Princesa...