domingo, 27 de noviembre de 2016

Me quedo solo...

El reloj me muestra su opaca y metálica tristeza
Los segundos son eternos, y cual martillo infernal, 
Retumban en lo más profundo de mis oídos...
Dios mío! Que alguien detenga este cruel martirio.
Donde estás, moza de la guadaña, a donde te has ido?
No ves que ya hace mucho tiempo te espero
Y ansío partir a tu lado, contigo?

Pero héme aquí, en este cruel y frío nicho
Abandonado a mi suerte, a la crueldad del destino.
Hasta mis sueños, antes alegres y libres,
No quieren alzar vuelo, se han quedado dormidos. 
Y solamente en lo profundo del pecho,
Una pequeña llama me mantiene vivo.

En algún momento fui feliz, tenía familia y amigos
Pude compartir momentos de felicidad 
También tuvimos períodos sombríos.
Me sentía muy bien, me sentía un niño.

Pasó lo que tenia que pasar, el tiempo implacable 
Se fue llevando a todos, de uno a uno.
Primero mis padres, luego a mis amigos
Después perdí a mi esposa, y ahora hasta a mis hijos.
Ya no queda nadie de los que había conocido.
Y mis nietos, se fueron todos, y me dejaron
Con algunos desconocidos.
Y poco a poco me olvidaron, y terminé 
En este lugar oscuro y frío.

Ahora solo espero, en silencio, 
Espero el momento del final
Pero esos crueles sonidos no me dan paz
No me dejan descansar, me atan al vacío
De esta habitación, de donde hace mucho tiempo atrás,
Debí de haberme ido....

Ven moza de la guadaña, ven que te espero
No te olvides de mi, que mis huesos no soportan más
Este triste y cruel martirio....

Mar y arena...

El mar es mudo testigo,
del momento en que te alejas de mi lado..
Tus huellas en la arena
poco a poco van desapareciendo,
Recordándome que así como ellas,
todo se irá olvidando...

La suave brisa matutina,
lleva mis lágrimas y en la arena,
las convierte en gotas de rocío..
En mis ojos aún tu imagen
se mantiene fresca y viva,
y veo tu silueta danzando en la bruma...

Duele, duele mucho, lo acepto.
Mis labios aún tienen el néctar de tus besos,
mis sentidos aún se embriagan en tu perfume,
y mis manos buscan desesperadamente tu piel...

Por qué te has ido?
Un grito explota en mis oídos,
Mas que un grito, es un aullido,
que lentamente va destrozando todos mis sentidos...

La noche ha llegado...
Y en la fría arena solitaria,
abandonado a la suerte y al destino,
me he dado cuenta al fin, que me he perdido....

Tantas veces María...

La muchedumbre te aplasta sin compasión.
Los gritos ensordecedores retumban en tu cabeza.
Caes, y tus rodillas se lastiman con las piedras de la acera,
sientes que la sangre moja tu vestimenta...
No hay dolor...

El dolor hace tiempo que se convirtió en parte de tu vida.
No sabes lo que es un día sin dolor, sin sufrimiento,
sin ganas de gritar al viento que estás sufriendo,
que lo amas, y que hace mucho tiempo él te ama,
mas que a si mismo, más que al mundo entero...
Pero tenía una misión, para la cual fue escogido.
Y la estaba cumpliendo...

 La multitud vocifera su nombre, escupe, maldice, ríe y gime.
Es una masa amorfa de sentimientos viles que te empujan con fuerza,
y te obligan a levantarte, y seguir adelante...
Lo ves... está cansado...

Ves que una mujer se acerca a él, y con parte de su vestimenta
trata vanamente de limpiar su rostro maltrecho y ensangrentado.
Él casi no reacciona...
Notas que intenta una especie de sonrisa benevolente,
pero el látigo vehemente, cae despiadado sobre la espalda desgarrada,
y hace que muestre una mueca irreconocible de dolor y abatimiento...
Las lágrimas te nublan por completo...

Intentas acercártele,
pero mil manos te detienen y solo puedes gritar su nombre...
La bulla del gentío apaga tu grito sin clemencia...

Todo a terminado...
Nuevamente lo tienes en tus brazos.
Pero él se ha ido...

Te dejaron unos huesos magullados y un rostro maltrecho,
donde a duras penas puedes reconocer los rasgos amados.
Limpias las llagas en silencio, mientras murmuras esa canción bella
que cantaban juntos en los tiempos aquellos,
cuando recién empezaba su camino,
y eran felices juntos, con todos sus amigos...

Murmuras la canción en silencio, para no alterar la paz de los muertos.
En tu corazón hay un fuego que grita y tortura tus pensamientos:
Por qué?! Para qué?!
No encuentras consuelo...
Y aún así, sonríes,
y mientras le das un tierno beso, murmuras, como siempre:
Te quiero, amor mío...

Un día cualquiera...

Un día cualquiera, ves salir el sol, y lo admiras como si fuera el primer día de la primavera...
Notas que su brillo es especial, está radiante, las nubes se retiran de buen talante, adoptando formas graciosas y adornando aún más el espléndido matutino cielo...
Ves que algunas aves han alzado vuelo, y alegres se dirigen con destino para ti, incierto. Hasta las ramas de los árboles cobran vida... Vaya, si son unas pequeñas ardillas, que corretean juguetonas y comparten su alegría...
- Buenos días! Te saluda alegremente un extraño, que va trotando y cantando. Lleva audifónos puestos, de seguro está escuchando alguna canción muy alegre, pues notas que su paso es ágil y fuerte. Apenas has respondido moviendo el brazo, y a lo lejos, un barrendero te devuelve el saludo, y como contagiado, también sonríe...
Parece mentira, pero a cada paso, sientes que tu alegría se ha contagiado. O te han contagiado.... Pero eso no importa, hoy será un día espléndido, único y memorable. Hoy estás vivo, y el mundo entero vino a saludarte...

Oyes la música?

Oyes la música, poeta amado?
Sientes como cantan las estrellas?
Sientes la sublime melodía con la que nace el día?
Oyes el suave murmullo de las olas, al candoroso beso de la arena?
El aleteo de las aves en el azul cielo, no te suena a magistral sinfonía?
Acaso no oyes el dulce arrullo con que nos mece la luna?
Poeta? No me oyes?
Otra vez estas callado....

Mientras te miro embelesado, mi musa eterna,
He notado que hace mucho tiempo atrás, la música acompaña mis días.
Pero son las palabras que nacen en tus hermosos labios,
las que penetrando a este corazón, cual bálsamo embrujado,
mantienen a todo mi ser, eternamente enamorado...

Caminos que no quieres recorrer...

Hay caminos en la vida, que no quisieramos tomar,
Pero obligados por las circunstancias, debemos recorrerlos sin mirar atrás.

Con qué palabras decirle a un ser que amas, que lo vas a dejar?
Que es éste el último momento, en el que se verán?
Muchas veces hasta has forzado una sonrisa, y prometes que volverás,
Aunque sabes en el fondo de tu alma, que no se verán jamás....

Cómo decirle a un moribundo que se aferra a la vida,
Qué ya no se puede recuperar? Es más fácil una mentira,
Y decirle que pronto volverá a casa, y todo pasará...
Y cuántas veces con una mentira has tratado de ocultar
alguna falta tuya o de cualquier otro, o una cruel realidad?

Y cómo explicar el comportamiento de esa persona,
que bajo efectos del alcohol se porta de manera vulgar?
Grita, maldice, amenaza y lastima a cualquiera que encuentra
Y cuando está sobria, a duras penas puede hablar?

De donde sacas las fuerzas necesarias, cuando llevas a tu mascota querida
al lugar donde la harán dormir en paz? Y es que está muriendo, y no debe sufrir más.
La cargas, la acaricias, la tranquilizas, le hablas con cariño y tranquilidad.
Muestras en todo momento valentía, aunque luego te desmorones al fin.
Y lloras, pero a solas, aunque en tu despedida no parabas de sonreír....

Son muchos los caminos que la vida nos obliga a recorrer,
Y que debemos tomarlos, así no querramos, o no estemos dispuestos a seguir.
Pero hay algunos casos, que jamás podré entender,
Y es de aquellas personas que lastiman a seres indefensos
Matan, violan, golpean, lastiman de una u otra manera,
Y luego dicen que lo hicieron sin querer....

Cómo entender al asesino, al que lastima a sus propios seres queridos?
Cómo entender al que viola a sus hijos? Al que mata a padres y amigos?
Cómo entender a aquellos que pregonan el amor,
Y a escondidas causan daño a otros y terror?

Es que acaso también fueron "obligados" por la vida y el destino?
Es que fueron cegados y trastornados por los demonios que llevamos dentro?
Nunca lo pude entender, y no lo haré, pues no lo quiero hacer.
El comportamiento de esos monstruos, escapa a mi capacidad de comprender.....