viernes, 27 de mayo de 2016

Cómo decirte que ya no te quiero....

Cómo decirte que ya no te quiero?
Sin que al oír esto llores primero
Sabiendo que ya lleva tiempo muerto
Aquel amor que juramos eterno?

Cómo puedo decir que ya no te amo
Y que soy ahora sólo un extraño
Que camina a tu lado en un engaño
Y solamente logra hacer más daño?

Pero es cierto, hace mucho no te quiero
Más tiempo atrás aún, que ya no te amo
Se apagó en mi corazón aquel fuego
Que me hacía sentir enamorado.

Ya no te quiero, ya no te amo, es cierto
Más, lo que vivimos juntos, fue bello.
Sin olvidarlos, nos embarcaremos
Buscando la aventura, en nuevos sueños.


Que te perdone yo?

Dicen por ahí, que perdonar es don divino,
Y que aquel que perdona se libra del averno.
Pero será posible acaso que un simple mortal,
Pueda fácilmente a todo y todos perdonar?

Siendo uno más de los mortales simples,
Puedo perdonar si en lugar de haber verdad
En tus labios, descaradamente me mientes.
También podré pasar por alto tus omisiones,
O que me robes, o que  mates mis ilusiones.
Puedes incluso defraudarme y abandonarme,
Molestarme, fastidiarme, olvidarme o lastimarme,
No tendré reparos en escuchar tus razones,
Entender tus motivos, y te daré la mano abierta,
Pues consciente soy que cometemos errores
Todos los seres humanos de este planeta.

No hace muchos años, he tenido la osadía,
De mirar mis propios errores con valentía.
Y mirando mi reflejo en un espejo de mano,
He dicho sinceramente "Te perdono, mi hermano!"
Acaso podría ser sincero y libre de cinismo,
el perdón de aquel, que no se perdona a si mismo?

Pero hay algo que aún mi corazón y mi alma
Se resisten a entender, perdonar u olvidar,
Y es la TRAICIÓN del que dijo que te ama,
Y de aquel que era tu hermano y amigo ejemplar.
Y tampoco no he podido mínimamente entender
A aquellos que lastiman a otros por placer.

Mas líbreme Dios y la vida de encontrar a aquel
Que con o sin razón a los míos llegue a lastimar.
No me considero capaz siquiera de dejar de odiar
a tan viles seres, mucho menos de perdonar...


domingo, 22 de mayo de 2016

A las hermosas mujeres...

Con el permiso de mi musa bella, que para mí sigue siendo la mas linda estrella,
De este o cualquier firmamento, y que nada ni nadie compite con su belleza,
Hoy quiero cantar a las mujeres, que siendo mas de la mitad del planeta,
Con sus deseos, caprichos, sueños y amores, traen al mundo de cabeza...

Las hay de todos los colores, unas son blancas como la nieve mas pura,
Otras de color del ébano puro, similar a una noche profunda y oscura,
Y también hay muchos matices, aunque yo prefiero el color canela,
Que es como son la mayoría, de las lindas mujeres de mi tierra...

Y que me dicen de los ojos? Pues los hay también de muchos matices,
Verdes como las praderas, azules como el ancho mar o el inmenso cielo,
Negros como una oscura noche sin estrellas, marrones, pardos y grises,
Y también hay, por supuesto, los dulces y encantadores ojos color caramelo.

Todos ellos apasionados, soñadores, hermosos, tiernos y tentadores,
Nos invitan a navegar en los enigmas del alma, de una hermosa y bella dama.
Basta solamente con que se enamoren, para regalarnos la mas tierna
Y seductora mirada, que no encontrarás nunca más en tu vida entera...

Quieres que sea imponente y majestuosa? Pues las altas son como diosas,
Quieres alguna que puedas apapachar con cariño? En eso son buenas las pequeñas.
Quieres encontrar calor en casa? Una gordita siempre te tendrá lista una tarta. 
Quieres hacer malabares y acrobacias? Todas son buenas, pero mejor si está flaca.

Te emociona su cabello? Ten cuidado al escoger por la forma y el color del pelo,
Pues con tanto tinte y ondulaciones, es muy fácil que al inicio te equivoques,
Que la rubia era morocha,  la lacia antes era crespa, y sin pecas la pelirroja,
De algo estoy seguro, es más lindo el cabello, blanco níveo de mi madre hermosa.

Y que decir de los labios, de estos seres encantadores, provocadores de pasiones?
Pues solamente que por ellos vivimos y morimos, y que suspiramos a montones.
Y del cuerpo de estos hermosos seres, que diremos? Pues que son tan perturbadores,
Insinuantes y provocadores,  inspiración para poetas, escultores y pintores.

Todas diferentes, todas bellas. Son las más lindas, tiernas y cautivantes princesas,
Dispuestas a entregar su corazón y su alma, a aquel que la conquiste con calma.
Pero, cuidado con ofenderla, molestarla o defraudarla, o lastimar a quien ella ama,
Pues tendrás que enfrentar, a la más terrible y espantosa, indomable bruja fiera....

jueves, 19 de mayo de 2016

Será esto el amor verdadero?

Sentados frente a frente, en una mesita pequeña del viejo café,
Él toma las manos de ella, y tembloroso de felicidad, no deja de sonreír.
Ella lo mira encantada, ríe a carcajadas de las ocurrencias de aquel,
Que sin soltar sus manos, hablando de todo y nada, sonríe otra vez.

Él la ve a ella, asombrado por su belleza, es un monumento de mujer,
Con unos ojos que brillan como perlas, con su lindo color miel,
Un cutis terso y lozano, de una pequeña niña que acaba de crecer,
Y un cabello majestuoso, que el viento acaricia y hace volar.
Más son sus sensuales labios, con esos gestos de insinuación pecaminosa 
Los que de verdad le hacen perder la cordura y le hacen soñar, 
Quiere tomarlos y besarlos con locura, si es que llega a sobrevivír 
Este momento eterno de placer puro, que no quiere acabe nunca, jamás...

Ella lo mira a los ojos, sabe lo que hay en su mente, y lo que piensa él.
Amor, pasión y locura, sueños desenfrenados, lo entiende todo muy bien.
Ella también lo desea, con pasión y locura. Cómo no desear a aquel,
Que le bajó la luna y estrellas, hasta el mismo sol, solo para complacerla.
Ve que su rostro es dulce, aunque los labios dicen que puede ser cruel,
Sus ojos para ella, son los más hermosos que nunca había visto antes, 
Pero no son los ojos, sino la mirada que él tiene lo que la hacen soñar,
Y a un universo de fantasía y de amor eterno la invitan a volar.
Le gustan sus manos firmes, y sus poderosos brazos con las que la suele acariciar, 
También le gusta su barba, que adorna su varonil rostro, siempre a medio afeitar.
Sus cabellos hirsutos,  rebeldes como él,  que casi nunca sabe peinar,
Y su sonrisa franca, que comparte a todo el mundo y en todo lugar...

Suelen estar juntos casi todo el tiempo que puedan, para disfrutar,
Lo bella que es la vida, lo hermoso que es amarse  y entregar 
Tu vida, tu corazón, tus sueños, a aquél o aquella que te ama de verdad.
Desde el primer día en el que se vieron, no paran de soñar...

El tiempo en el pequeño café pasó muy rápido, sin que pudieran notar,
Tanto así que ya todos se han ido, y hace buen rato es hora de cerrar.
El dueño de aquel sitio muy cortésmente los invita a salir, una vez más,
Y los invita a regresar mañana, que les tendrá reservado su lugar....

Los veo retirarse por la calzada, son una pareja singular,
Van cogidos del brazo, caminando lentamente por el viejo bulevar,
El le habla al oído, siempre sonriendo,  ella no para de reír,
Van casi a tientas, pues ya casi ninguno puede ver muy bien.
Caminan con mucha dificultad por todo lo que les tocó vivir
Pues ya pasaron los 80 años de edad,  hace ya buen tiempo atrás.

Será este el amor de verdad? Cuando dos personas que se aman no paran de soñar?
Siguen siendo jóvenes como el primer momento, desde el día aquel,
En que se dieron su primer beso, y se entregaron uno al otro sin preguntar,
Lo que les depara la vida, lo que tendrán que pasar, o por lo que tendrán que luchar,
Pues si están juntos, como aquel primer día, todo estará muy bien...


Hagamos poesía.

- Por qué tan triste poeta? Quién te ha lastimado?
- Es la vida misma, mi musa amada, quien ha herido a mi corazón,
y puesto una gran pena en lo mas profundo de mi alma.
Es cruel e indolente, lastima a los más débiles e indefensos, lleva dolor en sus alas,
Te castiga sin misericordia y piedad, sin que puedas entender nada...

- Ven a mi lado poeta, te mostraré algo, me dices, mientras abres las ventanas..
El sol radiante de la mañana invade la habitación sin pedir permiso,
El frío aire matutino, con esa suave brisa marina que lo acompaña,
Se filtra en cada poro de mi piel, y lleva frescura a mi alma.
Mi corazón late con alegría nuevamente, mis ojos brillan de nuevo
Al notar un pequeño grupo de aves que se confunden con las nubes a la distancia.
Veo flores en los balcones, que con sus vivos colores, acompañan
La dulce sinfonía del despertar de la naturaleza en la mañana.
Un pequeño ruido atrae mi atención, es una pareja de ancianos,
Que tomados de la mano disfrutan de un paseo matinal en la vereda,
a su lado, una mascota en derredor suyo, alegre ladra y salta...

Sonrío de nuevo, aspiro profundamente, y volteo mi rostro hacia tu lado,
Con los ojos cerrados, buscando tus labios, pero... Ya no estás.
Me asombro un rato, pero al girar hacia atrás, veo la razón
Por la que me habías llamado: Tienes a nuestra hija en brazos.
Aun dormida, ella es tu copia fiel, aunque tiene de mi algunos rasgos.
Sus cabellos cubren parte de su rostro risueño, sus manitas te abrazan
Aferrándose a tu pecho, y tiene pegadas sus mejillas a tu rostro tierno.
Entre sueños, un "Te quiero" brotan de sus labios bellos...

 
Mi corazón ya no late, sino salta de algarabía, mi alma está llena de vida
Siento música en el aire, la felicidad me embriaga por completo.
Tienes razón mi musa eterna, la vida es bella, a pesar de tanta tristeza,
Y seguiré cantándole con felicidad, aunque no sean versos mis letras,
Pues es de todos sabido que podrán dejar de existir los poetas,
Pero siempre existirá la belleza de la vida convertida en poesía...

martes, 17 de mayo de 2016

Eternamente María.

Lo miras directamente a los ojos, aunque sabes que ya no te puede ver,
Pero en su mirada perdida en el vacío y en la inmensidad, encuentras algo
Que no solamente tú has podido notar: Amor sin límites, incondicional,
Amor puro y sincero, amor de sobra para regalar al mundo entero. Y así fue.

El día que lo conociste, quedaste prendada de él, de su mirada tierna,
De su presencia fuerte, de su serenidad y su fortaleza, de su elocuencia.
Sin dudar un segundo le entregaste toda tu vida, tu corazón y tu alma,
Te entregaste entera sin pedir nada a cambio, sin reclamar, como debe de ser.

Lo seguiste, marchaste siempre a su lado, y él, te tomó de las manos,
No te ofreció tesoros, dicha o felicidad, ni siquiera una vida juntos.
Pero si te entregó un amor puro, sincero, único, inigualable e incondicional,
Con el que caminaron juntos por el sendero marcado ya mucho tiempo atrás.

Fueron dichosos, compartiendo todo lo que encontraron.
Hallaron mucho amor más en el resto de sus hermanos.
También hubo momentos de sufrimiento y de penas,
Pero al final siempre estaban juntos para compensarlo.

Más en esta vida no todo es un camino de rosas ni alegría,
Tuvieron que separarse, cuando tuvo él que marchar por aquel rumbo,
Que le estaba reservado desde el primer día de su vida.
Tú quedaste atrás, con los demás, relegada a observar su hazaña.

Sufriste con él cada azote, cada insulto, cada blasfemia.
Sentiste en tus hombros el peso inmenso del cruel madero,
Sentiste en tus manos y pies el castigo del cruel hierro,
Y entregaste tu vida en un grito de dolor y de sufrimiento.

Se te secaron las lágrimas y el alma en esos momentos,
Lloraste tanto, que mojadas estaban las arenas del desierto.
Sentías que tu corazón se desgarraba de dolor al verlo,
Más aún, tu vientre se estremecía de tanto sufrimiento.

Lavaste su rostro maltrecho con tus lágrimas y besos,
Y musitaste en silencio en eterno murmullo de amor,
Un te quiero eterno,  un secreto que llevarás a la tumba
Pero que seguirá contigo por siempre, a través del tiempo.

Fuiste condenada, calumniada, desterrada después de esto.
Huiste con los tuyos para evitarles aún más sufrimiento.
Pero incluso después de que te fuiste a darle el encuentro,
Tu nombre fue mancillado por haber sido tu amor sincero.

Muchos siglos después, el mundo entero sus ojos ha abierto,
Y podemos al fín conocer tus verdaderos sentimientos.
Y saber que fuiste la compañera verdadera del que fuera
Nuestro Señor y Salvador de todos, el único y eterno.

Eternamente María, la compañera fiel, la amiga íntegra,
La que acompaña en silencio, y en silencio entrega
Su amor y su alma, su vida entera, sin preguntas,
sin esperar respuestas....
Solamente gozando por estar a su lado viviendo
La más grande historia de amor jamás escrita....


Historia de vida

Por qué tuvo que ser así? Dime Dios que hice de malo para merecer este calvario?
Me entregué a él por amor, puro y sincero, lo amaba, siempre lo amé.
Fuimos felices, o eso creía yo. Es cierto, el siempre estaba disgustado,
Caminaba dando muchos tropiezos, pero siempre lo amaba yo.

 
Tuvimos nuestros primeros hijos, y nuestra familia creció.
Los criamos fuertes y sanos, se hicieron grandes y pudieron al fin volar.
Nuestra hija mayor, por razones de dinero, tuvo que emigrar,
A un país extraño, pero donde las cosas estaban mucho mejor.

 
Me fuí con ella, para poderla ayudar. Ya los años no me ayudan,
Estoy muy vieja, no puedo ya trabajar ahora como antes,
Mis otros dos hijos también se casaron, tuvieron sus parejas
sus hijos, todo era felicidad, pero no podía todo durar...

Ellos se separaron, por mil motivos. Y yo seguía trabajando
con mi hijita la mayor, en estas tierras tan extrañas para mí.
Lo único que me alentaba a seguir, era volver a casa, a sus brazos,
a su aliento, a la fuerza que me daba estar a su lado, su cariño
Y todo el amor que solamente él me supo dar. Y a mis nietas,
Que ahora son el motor de mi vida y la fortaleza de mi caminar.

Enfermé, mas por soledad que por otra razón, pero me puse mal.
Me diagnosticarón una enfermedad pulmonar, ya no soy joven, lo se
Pero las cosas no terminaron ahí. Empecé a ver mal, ya no podía leer,
Y las rodillas me empezaron a doler, las manos se adormecieron
Al intentar trabajar. Me hice tratar, las cosas salieron bastante bien.

Pude respirar con cierta facilidad, ya podía caminar, aunque con dificultad,
Las manos no me duelen tanto, y ya puedo por lo menos leer, no como antes
Pero ya me puedo valer por mis propios medios en las tareas del hogar.
En plena recuperación, me informaron que mi esposo moría por un tumor cerebral...

No llegué al momento final de su partida. Las cosas en el trabajo
Iban de mal en peor, una crisis a todos nos envolvión sin compasión.
Mi hija perdió el trabajo, y tuvo que buscar uno nuevo, para así
costear mis pasajes de retorno al lado de mi esposo, a mi ciudad natal..

 
Llegué muy tarde, él ya había partido días atrás. Apenas pude abrazar
Su ataúd en el funeral. Mas eso no fue todo lo que iba a pasar,
Mi hermano menor, casi a rastras me llevó al hospital, yo no quería ir,
Pensaba que él se preocupaba por mis enfermedades que sabía yo
Tenía desde hace algún tiempo atrás. Mas no era del todo así.
A mi esposo antes de partir, le diagnosticaron que era portador
de una enfermedad mortal: HIV. Y también me la encontraron a mi.

Ahora ya no se qué pensar. Sabía de alguna infidelidad, pero
No pensé que podría ser la vida tan cruel. No solo me dejó sola,
sino con una condena cruel y  fatal. Y lo que es peor,
La gente no se me quiere acercar, me miran de reojo,
No me quieren saludar, creen que los puedo contagiar.

Solamente tengo a mis nietas, a quienes trato de cuidar,
Pero las fuerzas me están abandonando, he vuelto a respirar
Con mucha dificultad, mi visión está bajando cada día más.
Los huesos me duelen, las manos se adormecen, los pies
No dan más. Todos me ha dicho que se acerca el final.

 
Solo quisiera saber, por qué tuvo que ser así?
Cuál fué mi pecado, mi Dios, para este terrible padecer?
Fuí fiel a mi esposo y a mi hogar. Trabajé duro y con honestidad.
Nunca dejé de asistir a la Iglesia. Inculqué a mis hijos la fe.
La religión y la honestidad. No puedo entender por qué
Debe mi vida tener este doloroso y cruel final....

lunes, 16 de mayo de 2016

Me tienes en tus manos


Tienes  mi corazón y mi alma, toda mi vida entera
En la palma de tus manos bellas, mi diosa eterna.

Ante la embriagante imagen de tu divina presencia,
Me abandonan la cordura y la razón, pierdo la calma
Olvidando hasta quien soy yo,  y quien me acompaña.

 
Pasa el tiempo sin que lo note, cuando me miras,
Ríes divertida y alegre, al notar que estoy sufriendo
Invitándome a volar contigo, me insinúas un beso
No tienes compasión de mi, ni de mis sentimientos.
Cuando finalmente logro unir mis labios a los tuyos tiernos,
Escapa mi alma al infinito en un suspiro eterno,
Siento en ese preciso momento que soy el dueño
Amo y señor del mundo entero, y del firmamento...

viernes, 13 de mayo de 2016

Un mar de rosas rojas...




Vivía un pintor en soledad, en su pequeña casa junto al mar,
donde se dedicaba a pintar, y a soñar con poder amar.
Pues enamorado estaba él, de una actriz famosa y popular,
cuyo amor nunca pensaba tener, pues era una estrella difícil de alcanzar.

Sabía que a la que en secreto amaba él, las rosas rojas le hacían suspirar,
Y que no podía nunca rechazar, cuando le traían un ramo de ellas a su hogar.
Entonces el pobre pintor de tanto soñar, quiso sus sueños hacer realidad,
Vendió todos sus cuadros, sus pertenencias, y hasta su pequeña casa,
y con todo el dinero que juntó, un millón de rosas rojas pudo al fin comprar.

Ella despertó en la mañana al sentir, el inmenso y profundo perfume
Que invadía toda la casa, su cuarto, el aire de todo aquel lugar.
Y al abrir la ventana pudo al fin notar, un  mar de rosas rojas,  en su portal.
 ¿Qué es esto? Se pregunto, frotándose los ojos, aún incrédula,
¿Acaso sigo dormida, y esto en un hermoso sueño y nada más?

Se preguntaba una y otra vez, admirando el mar de rosas bajo el portal.
¿Es quizá un hechicero genial, o un poderoso y rico caballero quien
hizo tal maravilla en este lugar, al convertir en rosas rojas todo un mar?
Se seguía preguntando a si misma la actriz sin poder entender
Quién pudo ser el artífice de un hecho tan memorable y sin par.

Bajo el balcón, parado y oculto en un rincón, estaba el pintor,
disfrutando de la escena y de la sonrisa de la bella actriz al admirar
El enorme y maravilloso regalo que le había traído para poder
Mostrarle la magnitud de su amor y su entrega total.

Temblaba el pobre pintor, casi hasta desfallecer, sin poder soportar,
La incógnita de saber si la actriz lo aceptaba o lo iba a rechazar.
Pero la actriz cayó en sus brazos, sin poder comprender,
Como era posible encontrar a alguien pudiera de tal manera amar.

El encuentro fué rápido, efímero, dulce, tierno y fugaz.
Luego de una noche de amor y pasión, de poder el cielo tocar,
La actriz partió en rumbo desconocido para poder continuar,
Regalando al mundo las artes con que sabía deslumbrar.

Se quedó nuestro pobre pintor solo, una vez más,
Ya no tenía posesiones, ni cuadros, ni casa frente al mar,
Pasó muchas penas y desgracias en su vida hasta que al final,
Partió sin muchas penas de este mundo sin que nadie lo pueda notar.
Pero en su corazón siempre guardó hasta la eternidad,
Una noche de amor, para quien fuera su Diosa irreal.

La actriz nunca regresó a ese mismo lugar,
siguió viajando por el mundo regalando alegría y felicidad,
pero ni su corazón ni su alma pudieron nunca jamás olvidar,
a aquel que cambió su vida para poderle flores regalar,
Y convertir en rosas rojas, todo el inmenso mar....