sábado, 27 de febrero de 2016

Amor eterno....

Al levantarte de madrugada, apenas sientes la fría brisa matutina en el rostro, miras a la distancia y sientes que eres una pequeña e insignificante persona, que solo debe cumplir con el rol que le fue encomendado. Desvías tu mirada un rato hacía el lecho nupcial. Lo notas enorme y poderoso, bueno y tierno. Sabes que le debes mucho, pues te aceptó sin poner reparos. Parece ayer, se presentó a a la casa de tus padres, y pidió tu mano en matrimonio. Es cierto, ya tienes la edad, la cumpliste no hace mucho, pero aún así tuviste miedo de lo que iba a pasar. Peor aún, después de ese sueño tan raro, que al parecer tuvo mucho que ver en lo que ahora está pasando.

Cierras los ojos, es difícil recordar, como ni cuando, pero de algo estás segura: pasó. No te lo explicaron, no te dijeron nada de los detalles ni de la forma como esto tenía que suceder, ni lo que sentirías, minutos antes y tiempo después. Solamente sucedió, y no pudiste evitarlo. Lentamente tocas tu pequeño abultado vientre. Una sensación rara, de miedo y de placer combinados, invade a todo tu ser. Sabes que hay una pequeña vida que se está gestando en tu vientre, y que de ti depende como crecerá ese pequeño fruto del amor. 

Qué es el amor? Siempre te preguntaste esto. Nunca obtuviste una respuesta adecuada. Sabes que hay mucho amor en el mundo, lo tuviste de sobra de tus padres y tus hermanos. Ellos te brindaron un plato de comida y un techo mientras fuiste niña. Ahora que ya estás desposada, es con tu esposo que debes compartirlo todo. Y por eso le debes respeto y cariño, y por qué no, también amor.

Un ruido te devuelve de tus sueños y remembranzas. Se ha despertado. Con mucho cuidado, y cariñosamente, te abraza y te da un cariñoso beso. "Todo bien?" te pregunta, tratando con extremo cuidado de no pegarse mucho, pues cree que podría lastimarte. Sus manos son toscas, su trato es rudo. Es el trabajo, y la dura jornada diaria, los que han logrado formar su temple y su fuerza. Y lo sabe con mucha certeza. Por eso siempre te trata con sutileza y mucha ternura. A su lado, tu frágil cuerpo y tus delicadas formas de una recién crecida niña, hacen que las formas de él se noten mas toscas todavía. Pero tienes una mirada tan segura, serena y firme, que a tu lado él se convierte en un indefenso cachorro. No puedes negarlo, es tu complemento ideal, y ya todos lo habían notado.

"Todo bien, esposo mío" Le respondes con cariño. No hablan nunca de lo que pasó. Hay un pacto silencioso de no hablar sobre lo que les pasó justo antes del matrimonio. Él te aceptó como esposa, sin poner en duda por un segundo de tu integridad e inocencia. Y aceptó lo que te había pasado, como quien acepta la llegada de la noche, o la salida del sol de un nuevo día. Y por eso lo admiras y respetas aún más. Y sabes con certeza, que no en vano, están ahora y para siempre juntos.

Lentamente cierras la ventana, y con cuidado te diriges hacia la cama. Es aún de madrugada, todavía pueden descansar un rato, pues la jornada diaria será larga. Pero aún no tienes idea siquiera, de todo lo que te espera. Ni siquiera, por una milésima de segundo, han pasado por tu cabeza, todo lo que la vida y el destino han preparado para ti y ese pequeño que llevas en tu vientre.

- Vas a cuidar de nosotros siempre, verdad José?

- No lo dudes nunca, mi amada María.

jueves, 25 de febrero de 2016

Sueños de fantasía imposible...

Te acercas hacia mi, coqueta y sonriente, acomodas tu frondosa cabellera sobre tus hermosos hombros,
coges uno de mis brazos y lo colocas alrededor de tu preciosa cintura, mientras me miras fijamente a los ojos.
Suavemente acomodas mis cabellos hirsutos,
y con delicadeza acercas mi cabeza a tu rostro.
Me besas en los labios, como solamente tú sabes hacerlo.
Siento un cosquilleo extraño por todo mi cuerpo.
Mi piel se eriza al sentir la cercanía de tus majestuosa desnudez.
Caemos entrelazados al frío piso de la habitación, que se me antoja superior a cualquier lecho real jamás diseñado.
Hundo mi rostro con desesperación y al borde del orgasmo en tus fenomenales pechos,
lentamente, y poco a poco, voy besando tu vientre y me pierdo en el bosque de tentación de tu pubis de diosa.
Siento que con tu boca y tus labios, juegas a sacarme el alma a través de mi enervado sexo.
Mil rayos y centellas destruyen mis pensamientos, y me entrego sin resistencia al abismo de la perdición y del olvido.
Pero... hay algo extraño que ha llamado mi atención.
Al coger tu frondosa y hermosa cabellera roja, he sentido que tienes dos pequeños cuernos,
y que en la parte posterior, llevas una esplendorosa cola.
Al mirarme, te pregunto atontado: Que quieres de mi?
Me respondes: "Lo que por derecho he tomado"
Despierto casi gritando.
Tengo el cuerpo de sudor empapado y todos los pelos parados.
La respiración agitada, y la mirada desorbitada.
Que pesadilla, la que he tenido!
Lilith, la diosa del pecado, la lujuria y la perdición,
para una noche de pasión, en mi cama se ha metido...


martes, 23 de febrero de 2016

Helados...

Helados, ricos helados
Voy ofreciendo por todos lados
Los tengo de muchos sabores,
de vistosos y alegres colores.

Quiere un helado, señorita?
Tengo de vainilla, menta y fresa.
Lúcuma, chocolate y frambuesa,
y pa´l antojo, le pongo una cereza.

Un sabroso helado para matar el calor,
poniendo a su paladar mucho sabor.
Y por el precio, usted no se ofenda,
pues cuesta tan sólo una moneda.

Traigo helados para todos los gustos,
para perdonar pleitos y endulzar disgustos.
No desea que le agregue otra bolita?
No está de mas dejar que el placer se repita.

Helados, se acaban los ricos helados,
Ya solo quedan los marmoleados.
Para mi, por ser un loco enamorado,
me he guardado los acaramelados.

Pregonando con su carretilla, alegre,
va el heladero ofreciendo al mundo,
Ricos y sabrosos manjares congelados,
convertidos en coloridos y deliciosos helados...


viernes, 19 de febrero de 2016

A los acordes de una vieja guitarra...

A los acordes de una vieja guitarra,
Mi alma coge alas y se entrega a un sueño etéreo,
Donde sobran las palabras y solo se oyen los sentimientos
Y puedes convertir en melodía y canciones cada pensamiento.

Más mi corazón y mi alma te pertenecen ahora y siempre,
y no puedo callar sus gritos de agonía y dolor por no estar contigo,
Será por eso que mi vieja guitarra no produce alegres acordes ni melodías
Sino desgarradoras notas de tristeza, quebranto y melancolía.

Quisiera que a tus oídos llegara el canto de mi vieja amiga
Y que su voz lastimera conmueva tu corazón de piedra
Para que sepas que aún mi sentimiento es tuyo
Y que aún con toda la fuerza de mi ser  espero tu retorno.

Ya los campos y praderas han escuchado el lamento
Que hecho música a los acordes de mi viejo instrumento
Han seducido a los árboles, flores, aves y al mismo viento,
Y han hecho que el universo entero llore con mi sufrimiento.

El agónico llanto de estas viejas cuerdas gastadas
En forma magistral acompañan a la voz melodiosa
Del infinito silencio que me rodea, convertido en oda
Y del lamento de amor de un dolorido corazón de poeta.

Vamos mi vieja guitarra, única fiel compañera mía,
Sigue guardando en tu madero mis sentimientos.
sigue llorando en tus acordes mi dulce tormento,
Que aún espero que ella no haya olvidado lo que yo siento.

Lleva a través de los mares inescrutables del tiempo,
estas líneas que solo quieren gritarle al mundo entero,
que, de su amor, siguen presos mi corazón y mi alma,
y que aún espero que ella vuelva conmigo, a mi lado.

Es cierto, ya muchas veces he repetido que aún la amo,
que mi vida no tiene sentido si no estoy a su lado.
Pero, dime vieja amiga, dime Tú que sabes tanto,
Que me queda a mí hacer, si aún la sigo amando?

Qué más puedo hacer si en mis palabras y en mi aliento,
solo hay espacio para su nombre y su belleza?
Seguiremos cantando, vieja guitarra, lo mucho que la amamos
Aún así el mundo no quiera nunca mas escucharnos...

domingo, 14 de febrero de 2016

No me niegues un beso

No me niegues un beso, vida mía
que mi alma se nutre de esa bella energía,
mi corazón late con fuerza y alegría
y mi vida entera es pura algarabía.

No, no me niegues jamás un beso tuyo,
que mis labios tiemblan por el deseo
de sentir por lo menos el simple roce
en mi piel de tus sensuales dedos.

No, por favor, no me niegues un beso,
pues al sentir tus labios en los míos,
mi cuerpo se hace etéreo, y vuela al infinito
conquistando las estrellas y el universo.

Un beso, un beso más, es todo lo que te pido,
aunque sientas que ya fue suficiente
y que debamos darnos un poco de tiempo
para inhalar con fuerza, y darnos aliento.

Mas seguiré insistiendo por uno más,
así se me vaya la vida en esto.
Es cursi? Es demasiado? Es una locura?
Que te puedo decir: por supuesto!

No tenemos tiempo que perder en la vida
tratando de encontrar explicaciones
a nuestras locuras, deseos y emociones
Sólo dame un beso! Y no demores en hacerlo....

miércoles, 3 de febrero de 2016

Carta al cielo...

Hola Mamita, disculpa que te moleste, con esta larga misiva. Quería que sepas que estamos bien en casita. Mi hermanito  pequeño ya no llora mucho por las noches. Ya está creciendo. Y sabes que? El señor de la casa, dice que es muy posible que el año que viene, vaya al colegio. Que hasta es posible que tenga zapatos nuevos. Me ha alegrado mucho el saberlo. Yo ya se escribir, ya no necesito ir al colegio.
Ya no me duele mucho. Me estoy acostumbrando a lo que me hace el señor en las noches. Soy valiente, no lloro. Él dice que si me porto bien, mi hermanito estará tranquilo. Y que no le pasará nada. No te preocupes por mi Mamita,  ya cumpliré diez años, y soy valiente.
Sabes, ya se donde está mi papá. Tu nos dijiste que está en el cielo. Yo lo he visto en la Iglesia. Está con los brazos abiertos. El nos quiere, y sé que tú estás a su lado. Pero, el señor que cuida la iglesia, después de invitarnos comida, me frotaba los pechos, diciendo que hacía eso, para que salga el diablo que llevo adentro. Hay cosas como ésta que aún no entiendo.
El señor de la casa es muy bueno. Nos trae comida, y nos lleva a los mejores lugares, donde podemos cantar con mi hermanito, y conseguir hartas monedas. También nos recoge, y no nos cobra nada por esto. Dice que lo hace por que tú le pagaste lavando su ropa hace mucho tiempo. Solamente sigo sin entender, porqué tiene que lastimarme en las noches. Y a veces se pone peor cuando está ebrio.
Por qué tuviste que irte, Mamita, al cielo? Hay muchos niños que , en la calle, lloran por que sus mamás o sus papás no les compran un juguete o un caramelo. Yo solo quisiera abrazarte de nuevo.
No te pongas triste, Mamita, estaremos bien, yo y mi hermanito pequeño. 
Me voy, te dejo. Ya llegó el señor, y otra vez está ebrio.
Te quiero mucho.